Es curioso, yo, que tantos sapos y culebras he soltado por mi boca, venga aquí, ahora, a hacer una crítica positiva de Twitter y su funcionamiento, y además me sienta muy orgulloso de tener una cuenta.
No obstante, que quede claro de ante mano, que al igual que he pensado de los Blogs, Twitter también es un preciso termómetro para medir muchos egos desmedidos, y estos, en forma de seguidores.
La reflexión me surge después de la última crónica que he grabado para el programa 'Primera Hora' de Gestiona Radio, lugar en el que paso las noches intentando aprender algo.
Ir a descargar
La cuestión es que mi compañera no creía que fuera algo de interes el hecho de que Twitter vaya a insertar publicidad y pueda recibir dinero. Su argumento se basaba en que su madre no sabía qué era Twitter, y que por lo tanto no era un tema de interés general, y menos económico.
En el fondo tiene razón. No voy hacer ni una defensa, más que nada porque tampoco soy un especialista, ni una crítca. Es más, todavía son más las cosas que desconozco de Twitter, que las que conozco.
Lo que planteo es su utilidad real.
Para mí, la tiene. Y para los miles de usuarios por todo el mundo, también. Pero hay cosas que me hacen pensar que tampoco es la "leche en verso". De todo mi entorno (cercano y no virtual) no conozco a casi nadie que tenga una cuenta de Twitter. Me refiero, caro está, al entorno periodístico.
Después de la Licenciatura y del Máster, apenas conozco 2 ó 3 personas que tienen cuenta y, evidentemente, ninguna la mantiene actualizada y apenas interactúa con los demás usuarios o introduce enlaces... en fin, la aplicación clave del éxito.
A todo esto, tengo que añadir que muchos de ellos trabajan, colaboran o becarean por diversos medios, pero casi ninguna tiene una cuenta.
Entonces, ¿realmente Twitter es tan esencial para la práctica periodística?
Sí, ya sé que este tema está manido, tocado y expuesto por los que tienen más idea que yo, pero mi reflexión se encamina hacia el hecho de que los que dicen que Twitter es importante suelen tener una abultada cuenta de seguidores, y su palabra es oída.
Con esto qué quiero decir, pues lo de siempre, que un periodista quiere ser oído, y cuando no lo es, pues no le gustan las cosas, y si lo es, pues la herramienta, el medio o el modo, es lo mejor.
Iniciarse en Twitter cuesta. No es sencillo tener una cuenta abierta con tres seguidores y que dos sean spam, de ahí creo que nace el rechazo de muchos, y de que una vez más se trata de un sitio en el que @iescolar y cuatro más se llevan una audiencia irreal.
En fin, muchas ideas y poca claridad. Pero acaso ese no es el leit motiv de nuestra sociedad...