Y sigo con el atronador sonido en mis oídos casi 24 horas después de uno de esos acontecimientos que pocas veces viviré en mi vida. U2 llegaba a mi ciudad, ya era hora que vinieran los grandes, y todo apuntaba a que iba a ser un día inolvidable, como gracias a los 4 de Irlanda así ha sido. Una tarde de añil despejado, 80 mil almas en el Estadio de La Cartuja de Sevilla, y un anochecer que traía el presagio de que algo grande, muy grande, iba a pasar. La sensación de que se acercaba un auténtico terremoto sonoro contenía la respiración de todos los asistentes, mientras unos muy dignos Interpol hacían de teloneros, con un sonido oscuro muy a lo Joy Division o Placebo. Acompañado de Enano rojo y nuestras magníficas acompañantes, se nos estremeció la piel cuando la cuenta atrás anunciaba la llegada de los de Dublín. Se hizo un grito atronador que rodeó toda la ciudad congregando toda su atención en un solo punto... y la voz de Bowie con su Space Oddity trajo de la mano haciendo el mejor de los paseillos a Bono, The Edge, Adam Clayton y Larry Mullen Jr. Os aseguro que nunca he sentido nada igual en mi vida... sus rostros serios, concentrados, acercándose al escenario como si de una auténtica lanzadera espacial se tratara, nos dejaron boquiebieros. Return of the Stingray Guitar fue la forma de entrar rompiendo moldes, avisándonos de que iban a pegar fuerte, muy fuerte. Lo que no sabían es que las miles de gargantas que les esperaban les iban a acompañar como si estuvieran sedientos de música después de cientos de años de soledad. What a crowd... de otra forma no se puede definir la presión que sentía allí, a pie de pista, saltando como un enloquecido, al verme participe de semejante evento. Porque los que estuvimos allí abajo sentimos una energía distinta... nos sentimos partícipes de una verdadera revolución hasta que... atronó Beautiful Day. Delirio. No se puede decir más. El tiempo se congeló mientras nos quedábamos entre encogidos por la escenografía, como por ver a The Edge corear sin un solo fallo, en fin... estabamos delante de unos verdaderos mitos... qué suerte. New Year's Day, ¡cómo coreabamos ese I will be with you again!. Get on your boots, ¡vaya sobredosis de rock!. Bono se dirigió al personal, comparó a Adam Clayton con Iker Casillas; a Larry Mullen Jr. con el «Niño» Torres; The Edge podría ser un mezcla entre Xavi e Iniesta, mientras que él mismo se identificó con Sergio Ramos. Un Oe oe oe oe les heló la sangre, en serio que lo pienso, aquello era una auténtica fiesta y creo que por momentos se le dió la vuelta al espectáculo y era el griterio ensordecedor de los asistentes la verdadera razón por la cual todos nos congregamos, una verdadera catarsis masiva. Magnificent, un verdadero himno, que dio paso a para mi uno de los mejores momentos de la noche, un Mysterious Ways muy muy bailable que desmontó el estadio, ya nada estaba en su sitio, aquello era una locura, cada componente del grupo entusiasmado de haberse conocido en esta noche, en esta mágica noche, mientras las imágenes de sugerentes bailarinas se mezclaban en la pantalla con un rejuvenecido frontman. Y aprovechando que ya todo estaba desmontado... pensaron que lo mejor era pegarle un meneo definitivo, y cuando nos dimos cuenta estabamos todos saltando al unísono de forma exagerada al compás de una muy muy arrolladora Elevation... aquello ya era imparable... y el riff de Until the end of the world, con un magnífico The Edge como protagonista, generó una sinergia, una energía, que reventaba en forma de luz en cada uno de los mágicos efectos que provocaba el gigantesco escenario, la Garra, con sus 50 metros de altura para arrancarnos el corazón ... para qué lo queríamos... si eramos ya sólo uno. Ea, y tocaba la lagrimilla, un clasicazo se acercó casi de puntillas... Still Haven't found what Im lookin for.. qué voy a decir... ¡en ese momento me viene el amigo y me pide más pasta por la entrada y te juro que se la doy, tiro de Visa, o de lo que sea, pero se la doy!. Seguíamos con el parón emotivo... North star en versión acústica... I, I can’t wait any longer for your love,I can’t wait, I can’t wait,I can’t wait any longer for it,I can’t wait any longer for your love, To visit me. Mercy... vaya... Your heart is aching… your heart is my home ... It’s fascinating… I know I’ll never be alone... puro sonido U2 que estrenaron en Zurich y tuvimos la suerte de vivir en directo en Sevilla, armado Bono con 6 cuerdas. In a litle while... vaya momentos, con una voz por encimo de lo lógico o normal... inigualable, para dar paso a una Miss Sarajevo que me puso los pelos de punta.. my God... este hombre no era Bono, era el mismísimo Pavarotti (recordad que es un tema que cantaban juntos) ... y ahí me di cuenta de que esta noche no era una más para ellos... sólo he visto una interpretación semejante de ese tema por parte del encuerado en la Vértigo Tour en Milán, cuando grabaron el DVD oficial de la gira... y todos sentimos que aquello era un punto de inflexión... la verdadera muestra de que no era una noche más en la gira de U2. City of the blinding lights, dejando a la vbista toda la potencia lumínica de aquel escenario, para el asombro de todos... y el 1, 2, 3, 14 de Vertigo desató a la manada temblando cada centimetro de tierra que teníamos bajo los pies...Relax... mezclada con Ill go crazy tonight... extraordinario momento de baile colectivo, con un Larry Mullen paseándose por todo el escenario con un bongo... un ritmo absolutamente tecno que nos dejó sin aliento.
Y se acercó el momento de denuncia social que para mi hace sin duda más grandes a estos músicos. Y... morí al oir Sunday bloody Sunday, recordando la crisis social de Irán. Le siguió MLK ... Así que "deja que llueva, deja que llueva que llueva sobre él"... una Walk On interpretada de una forma muy muy emocionante dedicada a Aung San Suu Kyi, la lider birmana y Premio Nobel de la Paz, perseguida por la dictadura militar de su país. Se hizo presente el logo de Amnistía Internacional ante mi personal conmoción... qué gran apuesta por los derechos humanos... en tiempos en los que es tan difícil hablar de solidaridad, de humanidad... en esta maldita sociedad ombliguista y caínita que reína en nuestro país. Se fueron... se marcharon.. pero apareció el enervador de masas Desmond Tutu, Nobel de la Paz en 1984 y clérigo - el primer Obispo Anglicano negro de Sudáfrica -.. que miró alrededor del estadio y nos convenció de que todos éramos capaces de hacer el mundo cambiar, de ver un mundo mejor, nuevo, amable y en paz. Todos éramos uno, todos éramos ONE... y seguidamente buscamos una iluminación Ultravioleta en el lugar en el que las Calles no tienen nombre.... para acabar agotados de tanta felicidad Contigo o Sin tí en un Momento de Rendición...Al salir del estadio... entre callados y aletargados por la emoción... fuimos testigos como el Mago de Oz había muerto... y los atascos despertaban los malos modos de los malditos seres humanos... por lo que Bono, vuelve por favor, a ver si aprenden algo.Larga vida al rock y larga vida al cuarteto irlandés.GOD SAVES U2.
Puedes leer la crónica de Enano rojo aquí.(soy más emocional... la suya es quizás más real).