La División de Difusión Cultural de la UASLP celebró la edición XII del Maratón Universitario de Lectura, efectuado en la explanada de la Plaza de los Fundadores teniendo como invitados especiales a la población infantil, así como de todas las edades.
Acompaño a la Jefa de la División de Difusión Cultural licenciada Cynthia Valle Meade, el secretario de Cultura del gobierno del estado Armando Herrera Silva, y el invitado especial José María Arreola nieto del escritor. También estuvo presente la licenciada Lucía Delgado Oviedo Jefa del Departamento de Arte y Cultura, escuelas participantes, funcionarios de la administración central y público en general.
En su oportunidad, Lucía Delgado Oviedo, destacó que desde hace doce años iniciaron esta actividad con el propósito de fomentar la lectura entre el público. Recordó que el primer maratón inició a las 6 de la mañana y concluyó a las 11 de la noche, debido a que en aquella primera ocasión, se leyó el libro: Cien años de Soledad de Gabriel García Márquez.
Comentó: “En esta ocasión, nos congratula celebrar 12 años de un trabajo que ha fructificado, porque además está dentro de un programa de promoción a la lectura propuesto por el rector Manuel Villar Rubio y lo hemos complementado con círculos y talleres de lectura, además de El Café literario musical que llega a sus tres años de aniversario”.
Cabe mencionar, que aprovechando la visita de Chema Arreola se realizará El Café Literario este jueves 24 de mayo a las 6 de la tarde en el patio del Edificio Central con la presencia del Mariachi Universitario. La clausura del maratón de Lectura estará engalanada por el Ballet Folclórico Universitario, en homenaje al escritor originario de Jalisco.
En su emotivo mensaje, José María Arreola expresó que convivió gran parte de su vida con el escritor quien falleció cuando él tenía 27 años, “siempre que estoy en una plaza pública y veo niños me emociona, eso le gustaba a mi abuelo tomar la plaza con la palabra”.
Añadió: “lo primero que se me ocurre en este momento y que viene a cuento en este centenario de su nacimiento, es trasladarme a mi infancia en Zapotlán, Ciudad Guzmán, Jalisco, durante las vacaciones, y recordar como de pronto lo podía acompañar al mercado y otras actividades del día, cuando de pronto se tomaba para acudir al jardín de Ciudad Guzmán con el bolero, comprar el periódico, y ahí empezar una cátedra a plaza abierta”.
Chema Arreola, resaltó que para él significaba un espectáculo de la oralidad “comenzaba a hablar de lo que se ocurriera, recitaba, imposible para mi abuelo no hablar de López Velarde, era un hombre que se la paso describiendo los días para el regocijo de los que lo acompañamos en diferentes situaciones, fue un hombre que utilizaba una capa sombrero y que de repente resultaba un personaje mágico en el contexto de ese Ciudad Guzmán y luego en el contexto de la Ciudad de México”.
Añadió: “Para mí fue un libro que todo el tiempo se leyó en voz alta. Lo mejor de su obra está en esas conversaciones que algunos han compilado. Su obra fue breve, pero desde mi punto de vista, contundente”.