La aplicación Uber vuelve a estar en las noticias, pero esta vez no porque los taxistas hayan atacado la plataforma, sino porque se han detectado ciertos trucos sucios para dañar a la competencia. Luego de sacar de quicio al sector de los taxis con su oferta barata, aunque ilegal en España, de transporte, ahora se han conocido algunas tácticas agresivas y poco éticas para afianzarse como negocio.
En CNNMoney se hicieron eco de las quejas de empresarios de Lyft, una aplicación de transporte privado de pasajeros con un objetivo similar al de Uber y cuyos coches se reconocen por un bigote rosa en la parte delantera.
Pedidos falsos
Desde octubre de 2013 hasta la fecha se han detectado 5560 peticiones falsas de transporte en Lyft. Las carreras eran solicitadas y luego canceladas antes de prestar el servicio y, al parecer, los móviles que las pedían pertenecen a trabajadores de Uber.
La acusación de Lyft es directa y concisa. Uber utiliza estas tácticas empresariales poco éticas para dañar a la competencia ya que tiene miedo de perder clientes ante el mejor trato y las tarifas competitivas de Lyft.
Gett, la aplicación neoyorkina, también habría sido víctima en el pasado de estas tácticas por parte de Uber. En su momento hubo una declaración por parte de la aplicación acusada en la que relajarían sus tácticas de venta pero por lo visto no lo hicieron.
Los viajes falsos suponen un gasto de tiempo y dinero para Lyft. Sus coches gastan gasolina en ir hasta un lugar donde al final no hay un viaje y además ocupan sus vehículos y no pueden cubrir necesidades reales de otros usuarios.
Se llegaron a detectar hasta 21 cuentas asociadas a un mismo número. ¿Seguirá realizando estas prácticas Uber o calmará su estrategia de cara al revuelo que causó?