Watch Dogs es considerado por muchos uno de los mayores fiascos de esta generación de consolas. Se presentó con un impresionante aspecto gráfico en un E3 que mostraba lo que la nueva generación de consolas iba a saber hacer y nos dejó a todos con la boca abierta. Sin embargo pasaron los meses y poco a poco íbamos viendo como el esperado triple A de Ubisoft iba mostrándose cada vez con peor aspecto y con un acabado gráfico mediocre en comparación con lo que vimos. El resultado final fue un título que pasó sin pena de gloria pero que debió costarle una millonada a la compañía francesa.
Ahora Dominic Guay, productor de la secuela ha hablado sobre este caso y explica como en 2012 lo que pudimos ver pertenecía a un imponente PC, algo que suelen hacer en la compañía. El propio Dominic ha afirmado que el downgrade sufrido por el juego fue a causa del desconocimiento total que en esos momentos se tenía sobre PlayStation 4 y XboxOne.