A pocas semanas de agudizado el conflicto de Ucrania, podemos evaluar sus consecuencias.
HOLOCAUSTO: Estados Unidos tiene la bomba atómica desde 1945, la Unión Soviética desde 1948, China desde 1964. Sólo el primero la utilizó. Si en 67 años de confrontación por la hegemonía global ningún bando recurrió a ella, poco probable es que lo haga ahora por un país importante, mas no decisivo.
POST-HEGEMONÍA: La situación ucraniana parece dominada por Rusia. La prepotencia de Estados Unidos y de la OTAN queda reducida a bravata para hacer olvidar la grotesta huída de Afganistán. Estados Unidos entra oficialmente en la Post-hegemonía.
OTAN: La OTAN no se justifica para pelear guerras: las guerras se pelean para justificar la OTAN. Ejército de ocupación de Estados Unidos pagado cada vez más caro por los países post soberanos donde se instala, osada contra naciones del Tercer Mundo inermes por décadas de prohibición de importar armas, tales como Irak, Afganistán, Siria, Yemen o Libia, la OTAN es apenas pretexto para elevar un dispendio armamentista global del que los yanquis gastan el 39%, sus aliados el 30%. La “belicosa” Rusia apenas el 3%.
FASCISMO: Fascistas o neofascistas en pensamiento, palabras y obras, uniformes, insignias e ideas, las milicias militares o paramilitares armadas por Estados Unidos en Ucrania fueron rápidamente neutralizadas o dispersadas. Se detuvieron la limpieza étnica, los crímenes de lesa humanidad, el genocidio. El fascismo sólo adquirió beligerancia en Europa apoyado por políticos y capitales conservadores para apuntarlo como instrumento, antes contra el comunismo soviético, ahora contra el capitalismo ruso. Así como fue derrotado antes, lo es ahora y lo será después.
CLIMA: A pocos meses de la rimbombante conferencia de Glasgow, parecen olvidados los objetivos de Cero Emisiones de CO2 para 2050 y de brutal penalización contra los países productores de energía fósil. Apenas se perfila una rebatiña para determinar quién monopolizará el combustible para evitar que en el próximo invierno Europa muera de frío.
ENERGÍA: El conflicto en Ucrania es financiado por Estados Unidos con 5 mil millones de dólares e incontables aportes de armas y equipos a fin de crear en Europa una histeria anti rusa que impida la culminación del gasducto Nord Stream 2 entre San Petersburgo y Alemania. Pero Robert Habeck, ministro de Economía de Alemania, país que recibe de Rusia el 50% del carbón, el 55% del gas natural y el 35% del petróleo que consume, se declara en contra de prohibir estas importaciones, indispensables para evitar “posteriores alzas” en los precios del combustible y garantizar “la paz social” en Alemania.
COMPETENCIA: Fin del cuento de hadas de la Libre Competencia de la Oferta y la Demanda Libres en el Libre Mercado. Una guerra provocada para crear escasez artificial prohibiendo importar combustible ruso y que dispara el Brent a 130 dólares el barril es la única esperanza de Estados Unidos de colocar sus carísimos hidrocarburos de fracking, a costa de la destrucción de su ecología y de la salud de su pueblo. Rusia suministra a Europa un tercio de su consumo petrolero; el viceprimer ministro ruso, Alexander Novak, advierte que si este flujo es bloqueado el barril podría ascender a 300 dólares. El cerco también impediría que venda 80 millones de toneladas de productos petroquímicos por año, entre ellos los fertilizantes que Occidente requiere para no morir de hambre. La guerra es un negocio redondo.
MEDIDAS COERCITIVAS: Si no puedes competir, sanciona. ¿Se imagina Estados Unidos que Rusia, que como Unión Soviética desbarató a la Alemania Nazi y media Europa fascista coligadas, caerá de rodillas ante la prohibición de utilizar transferencias bancarias Swift y de difundir Russia Today y Tik Tok en un Mundo Libre sin Libertad de Información? ¿No comprende lo que significa la pérdida del inconmensurable mercado ruso de 146 millones de habitantes asentados sobre más de 17 millones de kilómetros cuadrados con los mayores recursos del planeta, y su forzada transferencia a la expansiva economía china? Una misión de Washington encabezada por el embajador estadounidense en Venezuela arriba a Caracas para solicitar que se habilite la producción de cuatro compañías norteñas instaladas en el país, a cambio de reducción de medidas coercitivas. Ello implica el reconocimiento de Nicolás Maduro como Presidente legítimo, el levantamiento de tales medidas, la devolución de activos robados y la indemnización por daños de guerra económica.
MEDIOS: Una vez más la derecha cae en la trampa de confundir control de los medios que financia con dominio de la realidad. Los rusos eran malos por comunistas, y ahora por rusos. Pero una cosa es satanizarlos mediáticamente y otra enfrentarlos en los hechos. Preguntar a Napoleón y a Adolfo Hitler.
COALICIONES: Según lo previó la Teoría de las Coaliciones en las Tríadas de Theodore Kaplov, vivimos en un mundo signado por la alianza entre una potencia de primera magnitud (China) y otra de tercera magnitud (Rusia) contra otra de segunda magnitud (Estados Unidos). Con inusitada torpeza, Estados Unidos forzó lo que el consejero estadounidense Zbigniew Brezezinski llamó “la peor pesadilla del mundo”: que su rival Rusia estreche inconmovibles relaciones de supervivencia con su otro rival, China, hoy primera potencia económica y naval del planeta. Un mundo multipolar se abre a una pluralidad de actores: los BRICS, los No Alineados, los pobladísimos y productivos países asiáticos.
NOSOTROS: Todas las revoluciones han surgido en los resquicios dejados por la confrontación entre imperios: la Inglesa, de la pugna con Francia; la Independencia de Estados Unidos, del enfrentamiento entre Francia e Inglaterra; las de Nuestra América, de la confrontación de Francia con España; la Revolución Soviética, del choque de Estados Unidos e Inglaterra con Alemania; la China, del conflicto estadounidense con Japón, la cubana, de la Guerra Fría entre yanquis y soviéticos. La nueva batalla entre bloques abre sendas para que Nuestra América pase a ser América Nuestra. Herramientas para ello: Revolución e Integración.