Los ugandeses, aliviados al comprobar que no tienen nada que ver con España. "Nuestro sistema financiero está sano y ninguno de nuestros bancos precisa ser rescatado".
Según el diario El Mundo, en el curso de la negociación del monumental rescate a la banca por parte del Eurogrupo, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, envió al ministro de Guindos un mensaje de móvil con esta consigna: «Aguanta, somos la cuarta potencia europea. España no es Uganda».
Esta afirmación, que el diario conservador presentó como una muestra de arrogancia hispánica frente a nuestros socios europeos, se ha vuelto en contra de Rajoy. Un político cuya credibilidad se degrada por días, de forma paralela a la caída en picado de la calificación de nuestra deuda soberana ocasionada por la actuación del gobierno del Partido Popular.
Uganda, la perla de África como la calificó Winston Churchill, no tiene embajada en España. Pero Santiago Jiménez, colaborador en España de la Embajada de Uganda en París aseguró, tras conocer la comparación del presidente español, que iba a trasladar la frase al Gobierno africano para que tuvieran constancia. "A Uganda no la han tenido que rescatar, ni ha pedido ayuda al FMI Recientemente, se redujo la inflación del un 25% al 18% gracias a las acertadas medidas del Banco de Uganda y sin pedir ningún préstamo, cosa que no pueden decir otros países supuestamente más desarrollados", señaló Jiménez.
El arzobispo John Baptist Odama ante el presidente Museveni durante la inauguración de las nuevas oficinas del Centenary Bank en Kampala. FOTO STEPHEN WANDERA
Tras los convulsos períodos que siguieron a la cruel dictadura implantada por el sanguinario Idi Amín, Uganda intenta hoy reconstruir su tejido socioeconómico. Precisamente, en las mismas fechas en que el Gobierno de España solicitaba al Eurogrupo el rescate de su banca, Yowerin Museveni, presidente de Uganda, inauguraba la sede central del Centenary Bank. En ese acto, Museveni animó a la Iglesia Católica a incrementar su compromiso con la reducción de la pobreza.
La mención despectiva de Uganda por parte de Rajoy ha originado una movilización en las redes sociales. "Querido Rajoy: Tiene razón, España no es Uganda. El PIB español es negativo. El PIB de Uganda es 5,2%", reza por ejemplo un post de TMS Rouge, que ha sido recogido por la BBC en un reportaje en el que compara datos de los dos países como su población y superficie, el porcentaje de paro (superior al 24% en España frente a 4,2% en Uganda), el ritmo de crecimiento del PIB en 2010 (-01% en España y 5,2% en el país africano).
La frivolidad de Rajoy se acentúa aún más si cabe ante los últimos datos del panorama español: la prima de riesgo disparada y la rebaja de Moody's que deja la deuda al borde del bono basura. Todo ello tras la certificación europea de que el rescate a la banca será considerado como déficit, poniendo de relieve que Rajoy mintió descaradamente al afirmar lo contrario.
En Uganda, no sólo no han necesitado pedir un rescate para sus bancos. Tampoco han decretado una amnistía fiscal para los defraudadores que han ocultado rentas a la Hacienda pública. Ni mucho menos han puesto en libertad al principal imputado en una gran trama de corrupción política como Francisco Correa, presunto cerebro del 'caso Gürtel', que ha abandonado la cárcel de Soto del Real (Madrid) tras pasar más de tres años en prisión preventiva. La excarcelación, a la espera de que se celebre el juicio, se produce después de que la madre del empresario abonara 200.000 euros a los que ha sido reducida la fianza original de 600.000 euros.
En Uganda, en fin, tampoco han de soportar el vergonzoso espectáculo que está ofreciendo el Poder Judicial español. Que se incribe por propio derecho en los anales de la Celtiberia Show: Carlos Dívar, nada menos que el presidente del Tribunal Supremo, mintiendo de forma penosa para justificar que los cuantiosos gastos de la vida alegre que compartía con un policía convertido en 'ayudante personal', y que cargaba al presupuesto público, eran producto de viajes oficiales.
Eso sí, otra de las diferencias entre España y Uganda es que en el país africano la homosexualidad está fuertemente perseguida. Y en los casos declarados conlleva la pena de muerte.