Cuando un vaquero ya no nos sirve, siempre tiene partes que son aprovechables. Por ejemplo, las cremalleras. Esas cremalleras que están tan bien cosidas y que cuesta un poquito descoserlas, pero una vez recuperadas se pueden volver a utilizar, parte de las perneras, esas que no tienen roces y que dan tanto juego, pero lo que más me gusta, son los bolsillos traseros de los pantalones de caballero. Esos bolsillos tan bien rematados, con su botón y su tela interior totalmente nueva, al menos en algunos casos. Como una imagen vale más que muchas palabras, lo mejor será que pase a ilustrar lo que os estoy contando, aunque supongo que eso ya lo sabéis...
Los botones de los bolsillos, se vuelven a coser con el hilo que decora el borde e interior del bolsillo, ese pequeño detalle que alegra la vida de la tela, en éste caso grisácea.
Un pequeño pespunte en el color elegido por debajo de la cremallera, le aporta algo de gracia sin ser muy llamativo, "menos es más"...
Los botones interiores de la cinturilla del pantalón se sujetan con hilo del color a juego de la bolsa y se fijan a la cremallera dando un toque alegre y coordinado. Como podréis observar el bolsillo trasero del pantalón no queda simétrico en la bolsa, si lo dejase simétrico, la bolsa sería demasiado pequeña, hay que jugar si es el bolsillo izquierdo o derecho. Para poder aprovecharlo hay que cortar bien la tela que en la parte más próxima a la cadera resulta justa y además tiene mucho volumen. Pero con tiento se puede conseguir.
Y como todavía nos queda tela, podemos ir montando algunos bordados de punto de cruz, para seguir haciendo esas bolsitas que son tan chulas...
Os muestro como es el desguace del pantalón
Y por el momento esto es todo.
Estamos a punto de despedir este viejo año y dar paso al nuevo, deseando que venga lleno de salud , de trabajo y de momentos felices.
Feliz año nuevo 2018.
Adios, adios,
Mavi.🐝