Llegó a casa en octubre. Es una planta que ha marcado mis tiempos pandémicos.
La camelia, el arbusto que florece en invierno, ha cumplido con lo prometido y ha estado recreándose en bellas flores todo el invierno.
Ahora, ya en primavera, sólo quedan tres ejemplares.
Dos a punto de caer .
Y una que aún tiene ese tono rosado intenso.
Cuando esta última flor desaparezca, la camelia será un arbusto verde durante todo el verano. Hasta que vuelva el frío.
Cuando emerjan los primeros capullos, habrá pasado un año y, espero poder dar testimonio fotográfico de cómo vuelven a abrirse las flores, mientras escribo que el mundo ya está a salvo del virus…
Tenemos una cita.