No sé qué me pasa que cada vez soy más lenta leyendo. Pero bueno, no importa demasiado. Lo importante es tener siempre un libro a mano y disfrutar de la lectura.
Empecé el año leyendo Kafka en la orilla, de Murakami, como ya comenté en un post anterior.
Después leí La mujer loca, de Juan José Millás. Siempre me ha gustado cómo maneja el lenguaje Millás, la facilidad con la que parece escribir, pero debo decir que esta novela no me ha entusiasmado. Al principio prometía: una pescadera que estudia gramática en su tiempo libre y las palabras le hablan y le piden ayuda; pero luego aparece el propio Millás desdoblándose en otro Millás ¿imaginario?, y una enferma terminal que se descuelga con una historia que no acabé de entender a qué venía. Total, una novela bastante surrealista que no me ha convencido del todo.
Seguí con El amante de Lady Chatterley, de D.H. Laurence, que en el momento de su publicación (1928) fue un libro polémico y llegó a estar prohibido por su contenido erótico, pero que ahora, sin embargo, ya no escandaliza a nadie.
La protagonista es una mujer adelantada a su tiempo que, infeliz en su matrimonio, busca fuera lo que le falta en casa. Me ha recordado mucho a Madame Bovary, pero puestos a elegir, me quedo con Flaubert.
Acabo de terminar El gran Gatsby, de F. S. Fitzgerald, que ha sido una lectura deliciosa. Creo que leí la novela de jovencita, pero claro, entonces no era capaz de apreciar su calidad literaria como ahora. He visto la película varias veces y supongo que todos vosotros también, por lo que no hace falta comentar el argumento.
Leyéndola, Gatsby tenía el rostro de Robert Redford y Daisy el de Mia Farrow, y los ambientes eran los de la película, pero no me molestaba en absoluto porque creo que se hizo una versión cinematográfica estupenda (en 1974, la de 2013, con Leo Di
Caprio me parece horrorosa).
Ahora tengo que hacer un repaso a mis libros pendientes y decidir mi próxima lectura. Tarea harto difícil, porque es como ponerse ante el escaparate de una pastelería: ¡me apetecen todos!
Y como siempre digo: mis comentarios son personales y están basados en mis gustos e incluso en mi estado de ánimo en un determinado momento. Reitero desde aquí mi respeto y admiración por todos esos autores de los que aprendo cada día.
¡Seguid disfrutando de la semana!