Últimas noticias del paraíso, premio Alfaguara de novela 2000

Portada del libro

Clara Sánchez nació en Guadalajara en 1995 y estudió Filología Hispánica en Madrid. Ha escrito numerosos cuentos en revistas y antologías. Y además de publicar diversas novelas, ha colaborado en televisión y prensa. Una de sus novelas es Últimas noticias del paraíso, con la que recibió el premio Alfaguara de novela del año 2000.

Últimas noticias del paraíso es un título bastante irónico para una novela sobre la nada. Y es que la nada a la que se ve avocado el ser humano, en su construcción de una nueva realidad, es lo que Clara Sánchez ha tratado de plasmar en esta novela. Una novela que fue galardonada con uno de los más importantes premios de novela de nuestro país, el premio Alfaguara, por su coherencia, por sus puntos de vista y por la realidad que refleja, Rafa, su protagonista.

En un intento por crear una nueva forma de narrativa, de evolucionar en la vorágine novelesca del siglo XX, Clara Sánchez ha creado una novelita juvenil con tintes de madurez. El intento por ir más allá, por reflejar una nueva realidad social a través de la literatura, se ha quedado en un mero ejercicio narrativo, en el que los diferentes puntos de vista no abundan, a pesar de lo dicho por el jurado del premio. Y donde, a pesar de haber podido, no se han explotado las ricas y múltiples formas del monólogo interior de las que gozan numerosas novelas del siglo XX y del siglo XXI.
El libro trata sobre la vida de un joven en una de las nuevas urbanizaciones que se construyeron en los alrededores de Madrid. A través de su desganada vida vemos la vida de una incipiente clase media que se aísla de la gran ciudad en pequeñas urbanizaciones donde la vida no es como la de un pueblo, sino que es aun más individualista y solitaria que la de las grandes ciudades.

La autora parece intentar hacernos creer que es el medio que rodea al protagonista el que le lleva a una vida vacía e insustancial, donde las cosas incluso importantes (asesinatos, desapariciones, drogadicción…), se deja pasar como el paso de las estaciones, poniéndose una venda en los ojos y mirando para otro lado. Este hastío vital del protagonista y esta vida sin esperanzas, hacen que el lector encuentre monotonía en el transcurso de las páginas. E incluso cuando creemos encontrar un atisbo de intriga, de aventura, de hilo argumental, son historias que quedan abiertas y sin rematar.

A pesar de la brevedad del libro, la novela se convierte en una lectura lenta y pesada lo que en el fondo lleva a reflejar perfectamente esa vida que Clara Sánchez quiere narrar en un paraíso que desaparece al unirse con el limbo.