Ya Sara Montiel descansa en paz en su España amada. La voy a recordar siempre en sus años más adorables, cuando ella destilaba todo su esplendor y nos proponía que todo vale la pena, pero sobre todo no morir de amor.
León Felipe la inmortalizó en el verso con este poema que le dedicó. Hasta siempre Sarita. Allá estarás, gozándote con León y tantos otros que se adelantaron en el camino.
"En tus bellos pardos ojos
el sol de la Mancha ríe;
en tu boca los claveles
de tus labios hacen nido;
la rubia era, caliente
voló formando tu pelo,
y las bodegas, umbrías,
y el rojo vino, sombrío,
savia a tu cuerpo dieron,
como la tierra a las tejas,
pan que fuese de trigo,
ruboroso, bien oliente,
nutritivo y entrañable.
La Mancha es en ti mujer
y en mi corazón el dardo".
_________________________
Felipe Camino Galicia de la Rosa nació en Tábara (Zamora), en 1884. Poeta del exilio, refugiado definitivamente en Méjico en 1938.