Último tren a Madrid, el (USA, 1937)

Título original: The Last Train from Madrid

Año: 1937

Duración: 85 min.

País: Estados Unidos

Dirección: James P. Hogan

Guion: Louis Stevens, Robert Wyler. Historia: Elsie Fox, Paul Hervey Fox

Música: Boris Morros

Fotografía: Harry Fischbeck

Género: Intriga, Bélico, Drama

Reparto: Dorothy Lamour, Lew Ayres, Gilbert Roland, Karen Morley, Lionel Atwill. Helen Mack, Robert Cummings. Olympe Bradna, Anthony Quinn, Lee Bowman, Stanley Andrews, Dan Colette, Henry Brandon

Argumento

La historia de siete personas: sus vidas y amoríos en Madrid durante la Guerra Civil, justo en el día en que por la noche saldrá un tren directo a Valencia, donde se supone que estarán a salvo.
Un capitán del Ejército Nacional y su amigo, prisionero de los republicanos, la mujer de este último, un reportero norteamericano que conoce a una joven luchadora de la República y un soldado nacional incapaz de apretar el gatillo para fusilar a un prisionero, tratarán por todos los medios de lograr subir al tren para salvar sus vidas y tener un futuro.

Curioso film, que versa sobre la Guerra Civil Española, o al menos los acontecimientos allí suceden, realizada en plena contienda fraticida.
De todas formas, y tal y como se nos dice al comienzo de la película, no se cuestiona a ningún bando sino que trata simplemente de los sentimientos de los seres humanos que la padecen.

Bueno, esto no es totalmente cierto, por cuanto se nota que los personajes afines a la República se hacen más simpáticos y humanos, pero es verdad que no se ha querido meter el dedo en llaga, al menos profundamente.
La cinta está bien, pero podría haber estado mejor. Y es que es irregular, con dos partes diferenciadas, la primera un poco sosa, pero importante para ir conociendo a los personajes y sus circunstancias, y la segunda bastante más interesante y entretenida, con intriga y tensión.
Tiene un estupendo empaque técnico, con brillante fotografía en blanco y negro a cargo de Harry Fischbeck y, sobre todo, un elenco interpretativo heterogéneo, con algunos intérpretes que todavía no habían alcanzado del todo el estrellato, como Anthony Quinn, aquí con un bonito papel.
La peli gusta, hace pasar el rato, pero es innegable que te queda un regusto algo amargo por no trascender. Creo sinceramente que con otro realizador más experimentado habría tenido más calidad.