Ultimos días en el Puesto del Este no es una novela cualquiera, es un intento de destrucción masiva de todo aquello que empobrece nuestras vidas: falsedad, envidia, desamor... Y la autora lo hace desde una perspectiva propia, en un contexto de guerra [una guerra más vital que militar], donde la mezcla de recuerdos [y el cuidado de sus hijos] es el único consuelo ante el aniquilamiento final en terrible soledad que se aventura.
La historia es aparentemente sencilla. La protagonista, una madre abandonada con dos niños pequeños, se refugia en una especie de atalaya para defenderse de una catástrofe que ha convertido a la guerra en la única forma de vida. Los pocos habitantes del lugar, asediados por fuerzas extrañas, esperan a su líder, el capitán,
mientras viven en el Puesto del Este en medio de una convivencia complicada.
Fallarás utiliza la primera persona para narrar lo que parece un diario corto de su historia, un diario que no tiene un destinatario visible, pero que el lector entiende que somos nosotros, los lectores, los despositarios de los secretos de su vida pasada y de su existencia actual.
Así, juega con sus relaciones amorosas donde se mezclan personajes, pasiones, infidelidades o actitudes en una especie de sueño difuso [y a veces confuso]. En este sentido, destaca "el capitán" como amante y personaje ausente que vertebra la historia por su papel de guía revolucionario de todo lo que está pasando en esa lucha contra los bárbaros, esos bárbaros que acosan y rezan.
Ultimos días en el Puesto del Este es una novela que surge de las entrañas y que se manifiesta de manera poética por parte de la autora hasta dejar acongojado al lector.
Ultimos días en el Puesto del Este
Cristina Fallarás
Editorial DVD ediciones
Págs. 132