Revista En Masculino

Últimos días para enviarnos un “Cuento con Sombrero”

Por Hatter @LaSombrereria

Ya estamos llegando al final del plazo de presentación para enviar los cuentos a la IV Edición del Concurso de Microrrelatos “Cuentos y Sombreros” organizado por Sombrerería Albiñana.
Les recordamos que tienen de plazo hasta el próximo día 11 de noviembre para hacerlo, después de esa fecha solamente serán aceptados los cuentos que lleven el matasellos postal de una fecha igual o anterior a ese día.
Aún les queda tiempo para completar su cuento y animarse a participar, por ahora ya tenemos en nuestro poder un buen número de relatos, esperamos y recibir muchos más…
Para dar un poco de motivación, hoy les añadimos otros cuentos finalistas de ediciones anteriores, cuatro magníficos relatos que también fueron merecedores de premio.

Concurso de Microrrelatos “Cuentos y Sombreros” organizado por Sombrerería Albiñana

“Cada día la veía pasar con su abrigo rojo y sus tacones repiqueteando en la calle donde yo vivía. A veces, la escuchaba reírse con aquella risa fresca como el agua de un río y sentía que mi vida cobraba sentido. Ella, con aquella elegancia que me hacía estremecerme y yo tan formal , tan sobrio, tan discreto… ¿Cómo iba a fijarse en mí?
Sin embargo, hacía semanas que me miraba furtivamente. Recuerdo el día en que posó en mí sus oscuros ojos de golondrina. Se detuvo un breve instante y me miró fijamente. Entonces, escuché a una de sus amigas decir:
- No te gustará ¿verdad?
Y aquel comentario me dolió tan profundamente que creí que me desharía por dentro. Sólo su respuesta me salvó de la locura:
- ¿No os parece encantador? No sé, chicas, pero últimamente no me lo puedo quitar de la cabeza”.

Marisa López Diz
Finalista de la II Edición del Concurso de Microrrelatos “Cuentos y Sombreros”, organizado por Sombrerería Albiñana

Concurso de cuentos y sombreros

“Desde que salieron del armario, el sombrero de copas y el peluquín solo tenían una cosa en la cabeza: vivir una historia de amor sin tapujos. Ya nunca más irían de escondidas, darían rienda suelta a su pasión sin importarles la curiosa mirada del presuntuoso bombín, ignorando incluso la risa jocosa de la boina. Y aunque no se fiaban un pelo del autoritario tricornio, sus posibles denuncias a la autoridad les traían sin cuidado. Les animó Pamela, una amiga en común que al principio suscitaba los celos de peluquín por presumir de dar cobijo a una de las melenas más largas y voluminosas de la ciudad. Ella jamás dio crédito a algunos comentarios casposos, relacionando al sombrero de copas con un pretendiente calvo que lo único que tenía en común con peluquín era su vanidad mientras se perdía en sus tormentosos paseos por el malecón.”

Wibo Sefeld
Finalista de la II Edición del Concurso de Microrrelatos “Cuentos y Sombreros”, organizado por Sombrerería Albiñana

El Sombrero del portugués

“Excontrabandista y afamado buhonero, Joao Baptista Moura lucía un magnífico sombrero de fieltro gris. De Faro a Cartagena, atraía a la gente anunciando sus mercancías: “¡El abanico de Raquel Meller que sedujo a Valentino!” “El reloj de Lorenzo de Arabia!”.
Un tropiezo comercial dejó a Joao sin blanca. Pelado, sin nada que vender, en la cantina minera de Portman subastó su pelliza y las botas que calzaba -”legado de un aviador inglés”- predicaba.
Animados por la locuacidad del luso, los mineros querían más y un perforista pujó por el sombrero.
“O chapéu nao está a venda”. Enmudecieron. Joao, consciente de la expectación que provocaba la negativa acarició el ala de fieltro con el dedo, prospectó sus rostros y saboreó el silencio: “Carlitos Gardel”.
Estallaron las risas y retumbaron las paredes del local. “Del ahogado, el sombrero”, concluyó el portugués.”

Germán Balart Cerdán
Finalista de la II Edición del Concurso de Microrrelatos “Cuentos y Sombreros”, organizado por Sombrerería Albiñana

la-chica-del-sombrero-verde

“Aquella mañana, la chica del sombrero verde no se puso en pie de un salto cuando sonó el despertador. Tampoco fue a comprar el pan a Margarita, como hacía a diario desde que recordaba su memoria; ni se tomó un café con su amiga Cristina, que la estuvo esperando durante más de una hora. No se lavó la cara ni se arregló con esmero, ni se tomó su pastilla para el dolor de cabeza. Aquella mañana, la chica del sombrero verde decidió cambiar su vida de forma radical: Se compraría un nuevo sombrero. De color marrón, como los ojos del hombre que la estrechaba entre sus brazos”.

Elena González Gamo
Finalista de la II Edición del Concurso de Microrrelatos “Cuentos y Sombreros”, organizado por Sombrerería Albiñana

Bueno ahora solo queda sentarse y escribir un cuento con sombrero. Mucho ámino y mucha suerte para todos los participantes.

Visto en: IV Concurso de Microrrelatos “Cuentos y Sombreros” organizado por Sombrerería Albiñana


Volver a la Portada de Logo Paperblog

Dossier Paperblog

Revistas