MALAS PULGAS: Nuevo programa de Cuatro que viene a sustituir a “Soy adicto” (que no acabó de funcionar de audiencia) en el acces prime time de las noches de los viernes. La cosa está en que, al igual que ya hicieran con su adaptación patria de la Supernanny, en Cuatro, han adaptado el formato de “El encantador de perros” (programa que la cadena sigue emitiendo las mañanas de los fines de semana).
Para ello han sustituido a César Millán por un tipo con coleta llamado Borja Capponi que, al parecer, sabe un huevo y medio sobre trato canino. Lo demás ya se lo saben ustedes, el tipo trata de reeducar a los perros empezando por reeducar a sus dueños, contándoles aquello tan conocido de que deben convertirse en los jefes de la manada (entiendan manada por familia, perro incluido).
En malas pulgas analizan tres casos por programa. Por ejemplo, en el primero, conocímos a Luigi, una especie de Chiuahua tirando a cabrón que, incluso, se permitió el lujo de pegarle un bocado al bueno de Borja (mal vamos, pensé para mis adentros, si con el primer perro que pilla el hombre ya le marcan los dientes); a Sira, un pastor alemán excesivamente efusivo y nervioso; y a Frodo, un perraco de esos arrugados que era de un dominante de muy señor mio.
La audiencia está respondiendo bastante bien (empezó con un 8,2%), aunque todo hace apuntar a que, poco a poco, el fenómeno se va desinflando.
SUPERVIVIENTES 2010: Nueva edición de Supervivientes (y van siete ya en Telecinco) para las noches de los jueves con Jesús Vázquez como presentador (recordemos que el año pasado lo relevó a media temporada Cristian Gálvez) y con Eva González, controlando a los concursantes en la isla.
La novedad más representativa de este año es que además de los famosillos de turno, esta edición también cuenta con un grupo de anónimos. Por lo demás, la vida sigue igual. Este año la isla está en Nicaragua, lo que termina comportando el típico ritmo televisivo lento a matar de este tipo de productos ya que conectar en directo con la otra punta del mundo, y el retardo que eso conlleva, no ayuda, precisamente, a que la cosa transcurra con una especial fluidez.
En el grupo de los famosos (es un decir), encontramos los rostros de Consuelo Berlanga, una periodista que nada más pisar la playa ya se las quería pirar y que no dudó en liarla, en directo, con la organización por haberle quitado un chubasquero (el surrealismo no cesa); Mireia Canalda, una modelo metida a reportera, conocida por sus amistad con algún que otro futbolista; Carla Pereyra, una modelo Argentina de la que jamás había oído hablar; Bea la legionaria, la ex-concursante de Gran Hermano (que ya la lió incluso antes de llegar a la isla, porque al parecer la querían echar del avión que los llevaba hasta Nicaragua); Beatriz Trapote, reportera de Telecinco y famosa de última generación a raíz de su relación con el hermano de Jesulín de Ubrique; Rafa Mora, el pesado de Hombres, Mujerers y Viceversa, encantado de conocerse; Óscar Higares, un ex-torero; Miguel Ángel Perdiguero, un ex-ciclista (cómo está el patio); Guillermo Martín, ex-concursante de Operación triunfo; y Javier Quiñones, actor que colaboraba con Los Morancos interpretando a “la Devo”. Como pueden observar, se trata del no va más en cuanto a popularidad. Madre mía, lo que habrá sudado Telecinco para encontrar a alguien que quisiera pirarse a la isla.
No obstante, la audiencia está rondando el 20%, con lo que Telecinco ya se puede dar con un canto en los dientes.
TONTERIAS LAS JUSTAS: Cuatro sigue buscando, desesperadamente, algo que les funcione en su franja de tardes (la hostia que se metieron con “Lo que diga la rubia” fue de las que hacen historia) y en esta ocasión han optado por un formato de humor capitaneado por Florentino Fernández.
El programa es una especie de contenedor en el que parece como si todo tuviera cabida: noticias, a las que intentan buscarles una cómica vuelta de tuerca (algo que ya hiciera “El informal” con mejores resultados), actualidad, repaso al mundo televisivo, videos con doblajes divertidos (de nuevo ya visto en “El informal”) y gags en directo en el plató. Para ello Florentino cuenta con un par de colaboradores que se sientan con él en la mesa de presentador: Ana Simón (cuyo programa en Antena 3 “La jaula” apenas duró dos semanas y que vale mucho más que los programas en los que está interviniendo) y Dani Martinez, humorista e imitador (que ya había colaborado en el programa de Cuatro “Estas no son las noticias). A éstos tres, súmenles un par de colaboradoras de buen ver vestidas con ropas escuetas.
Es como si en Cuatro, para competir con el “Sé lo que hicisteis” de la Sexta, hayan optado por copiarles la fórmula, o sea, tias buenas y tios graciosos, todo ello aderezado con humor, repaso a la televisión y gags en plató. El problema es que la cosa no funciona y hace aguas por la sencilla razón de que no hace gracia y que todo está excesivamente forzado, creando en el espectador una constante sensación de caos. Una lástima, créanme, porque me esperaba bastante más.
Para colmo, la audiencia está siendo mala, acabando, la mayoría de los días, por debajo del 5% de share. No es tarde para reaccionar, pero como no lo hagan rápido tienen los días contados.
MUJERES RICAS / CASADAS CON HOLLYWOOD: Parecer ser que el tema de los “Callejeros” ya no da más de sí, así que un par de cadenas, La Sexta y Cuatro, han optado por darle la vuelta a la tortilla e irse al otro extremo. Ambas cadenas han emprendido un par de docurealitys tan parecidos entre sí que, de hecho, son lo mismo, y donde lo único que varía de uno a otro no es otra cosa que el emplazamiento.
En el primero conocemos a cuatro pijas ricas que viven en España (la mayoría de ellas en Marbella) y asistimos a su trepidante día a día. Una de ellas es una enamorada de los cuadros (y se permite el lujo de soltar frases del estilo “el arte me persigue”) y está como loca por comprarse un Miró, por mucho que su marido le insista en que no es el mejor momento y que debe elegir entre el cuadro o un abrigo de pieles, pero que todo no puede ser, lo cual, ya les aviso, no le va a sentar nada bien. Otra, una argentina mujer de un popular ex-futbolista (Cannigia), nos muestra su mansión y nos educa sobre su peculiar filosofía de vida, que incluye el hecho de haberse gastado, aproximadamente, unos cinco millones de euros en ropa (y nos deleita con frases del estilo “tengo un chófer que te pega una patada y te arranca la cabeza” o “me gusta como vivían en el antiguo imperio romano, los hombres luchaban y eso tiene su encanto”). La tercera, regentaba una discoteca VIP en Marbella y a pesar de todo el glamour que debía soportar sobre sus hombros, nada más aparecer en pantalla me di cuenta de las manchas de sudor que adornaban sus axilas, con lo cual, todo su glamour se fue a tomar por saco en un santiamén (esta tenía un marido sobre el que decía “quiere más a su loro que a mi”). Y las últimas eran las Collado, dos hermanas, separadas, una con un Porche y la otra con un Ferrari que solían quedar con la ex de Guti para ir a echarse unas partidas de padel.
En Casadas con Hollywood, por el contrario, lo que nos muestra es a cuatro mujeres españolas que han optado por cruzar el charco e instalarse en Hollywood donde hacen vida. En el programa pudimos conocer a una ex de Bruce Willis que se había casado con un descendiente de Cartier y que, por si fuera poco, su mejor amiga era Eva Longoria (Mujeres desesperadas) y pudimos comprobar lo aburridas que eran sus fiestas (cena mejicana y juegos de acertar personajes con mímica... y con la pasta que tienen). A otra que le da por aprender a pilotar un helicóptero porque, al parecer, era la ilusión de su vida, y que, más tarde, para acabar de completar el día, se va hasta el concesionario de Aston Martin y se pilla el coche más caro que encuentra en la tienda (y encima con los santos cojones de regatearle el precio al pobre vendedor con la excusa de que había visto un vestido que se quería agenciar). Una tercera que organizaba una fiesta hawayana de alto estanding en su casa, con la creme de la creme del lugar. Y la última, que nos relataba sus enormes problemas de espacio (vivía en una mansión que era más grande que un puto campo de fútbol) y nos contaba que estaba pensándose en comprar la casa de su vecina, que resultaba ser la ex de Al Paccino.
Este tipo de programas acaban resultando una curiosa mezcla entre mala leche (ver a mujeres que cagan billetes de quinientos pavoneándose del influjo del lujo en que se ha convertido sus vidas no deja de crear un cierto estado de violencia en mi interior) y puro divertimento (las tias viven tan alejadas de cualquier realidad social que no sea la suya propia que no deja de resultar gracioso verlas desenvolverse en su propia burbuja). Además ambos programas están bien realizados y editados a modo de que resulte entretenido y ameno para el espectador. Si tuviera que elegir uno de los dos, sin duda me quedaría con el primero por el simple hecho de que las protagonistas están mucho más chaladas que las que viven en las americas, especialmente la mujer del futbolista, que terminó convirtiéndose en mi favorita.
Ambos programas han dado en el clavo consiguiendo grandes audiencias. Mujeres ricas consiguió un espectacular 13,9% de share en su estreno, convirtiéndose en el programa no deportivo con mejor cuota de pantalla del canal; y Casadas con Hollywood consiguió un digno 8,8% en la disputada noche del domingo.