El acueducto de Segovia traía el agua desde un manantial de la Fuentefría, situado a unos 17 km de la ciudad, y la distribuía a lo largo de 700 metros por la ciudad.
El acueducto de la Peña Cortada distribuía el agua a lo largo de casi 100 kilómetros entre la Serranía y Valencia capital.
Y hablamos del siglo I. Es obvio que ya en tiempos del imperio romano tenían problemas de agua.
Durante la dictadura de Franco también quisieron solucionar la “pertinaz sequía” con la construcción de pantanos y embalses. Y se hicieron muchos. Desde entonces no se ha iniciado la construcción de ninguno.
Estamos en el siglo XXI, y ahora tenemos un gran problema con la sequía. El cambio climático es la clave, pero estamos más preocupados por salvar el planeta con los coches eléctricos y acabar con las malas emisiones… que por solucionar un problema fundamental, el agua.
El economista John Maynard Keynes ya escribía en su carta a Roosevelt de diciembre de 1933 "la prioridad está en otorgar crédito para el gasto bajo los auspicios del gobierno. Una preferencia estaría en obras que pueden madurar rápidamente y en gran escala. En segundo lugar, yo colocaría el crédito barato y abundante, así como la reducción de la tasa de interés de largo plazo a través de la intervención de la Reserva federal".
Hacer obras públicas a gran escala y bajar los tipos de interés es la solución…
El gran problema es que hay que pedir la aprobación y la financiación de Europa para todo. Y Europa no tiene sequía…
Porque los ingenieros del siglo XXI están más preparados que los romanos del siglo I, y si entonces hacían acueductos de 100 km, ahora podríamos construirlos de 1000 km.
¿No se imaginan acueductos subterráneos Norte-Sur para llevar agua, por ejemplo, a Doñana? Sería sin duda más sencillo que seguir dando vueltas al trasvase Tajo-Segura y otras grandes soluciones de nuestros políticos.
El problema es que, como siempre, se encargaría el proyecto a una gran empresa, en la que varios políticos están en el Consejo de Administración, y habría tantas comisiones de intermediarios y tantos trámites con Europa que, como siempre, nunca se haría nada.
Como dijo Nikita Jrushchov, “Los políticos son siempre lo mismo. Prometen construir un puente aunque no haya río” …
Mark de Zabaleta