Un adiós al hombre

La imaginación hoy ha sufrido un gran golpe, la capacidad de inventiva y sorpresa ha quedado mermada. Se resentirá, sin duda, quedará por momentos tocada sin posibilidad de recuperación. Y no deja de ser algo poético, que pocos días después del anuncio de lo que va a ser una evolución del concepto también se nos comunique el fin. Irremediable, irreversible, fulminante y el único camino de no retorno que todos día a día caminamos. Un visionario ha abandonado nuestro mundo, dejando un regusto de tristeza. Steve Jobs ha dejado de inventar, ha dejado de pensar, ha dejado de aportar y sin duda eso es una mala noticia para todos.

Un chaval de 21 años co-fundó Apple, que al ser despedido fundó Pixar y que ha mostrado el camino que se debe tomar justo en momentos de situación difíciles. 56 años han sido insuficientes, pero han estado repletos de gestos, de mensajes hacia aquellos que los quieran recibir. No hablamos de la creación de Mac, ToyStory, iTunes, iPhone, iPod, iPad o el reciente iCloud, hablamos del afán de superación que día a día este hombre ha dejado para sus más allegado y al mundo.

Sueños, entes no corpóreas que tras mucha insistencia se convierten en realidad, conceptos que mueven el mundo, que lo revolucionan que hacen que nos volvamos a sentir niños con zapatos nuevos. Hoy sin duda esa manzana mordida está de luto, desorientada y con el peso del deber continuar el camino marcado. Como cuando se pierde algo importante, insustituible, la pieza clave de un engranaje. Pero Steve Jobs también enseñó eso a sus seres más cercanos, aquellos que muy seguramente aprenderán del afán de superación de éste.

Nosotros no podemos más que seguir sus pasos, seguir insistiendo en aquello que creemos, en buscar cómo convertir nuestros sueños en algo real. Un cáncer, algo no tecnológico, el mal de todos los males, un páncreas, algo que sin duda no se sustituye con una actualización de software o un cambio de hardware. Algo alejado a las máquinas, algo que nos recuerda que todos somos humanos, se ha llevado la vida del padre de la tecnología de consumo.

Hoy por hoy, vivimos, sentimos, nos comunicamos y nos movemos bajo el concepto de vida de un sólo hombre. Un gurú que ha cambiando para siempre el trato de la información, de la accesibilidad, de lo práctico. Convertir lo lejano en cotidiano, lo complicado en bello, lo incomprensible en movimiento. Un toque, un concepto sencillo que lo explica todo, una forma de modificar conductas. Por ello, hoy el mundo tiene menos luz, como esas habitaciones donde falta una bombilla, viéndose más tenue, más triste, más sola…hoy todos nos sentimos más solos.

Cada cuál tiene derecho a su cielo, sin duda tu creaste el tuyo

Gracias Steve Jobs por todo lo que has legado a éste mundo, gracias por todo, ahora nos toca a nosotros continuar con tus sueños. Ahora tú descansa en paz, con la consciencia tranquila de que al menos unos pocos locos seguirán tu camino. Solo espero que estés donde estés sigas creando una forma de entender el mundo. Quien sabe, a lo mejor algún día nos encontremos compartiendo secuencia en un código binario 1001