Desde el momento que supe que iría a Madrid, pensé en todos aquellos a los que tenía que dar las gracias para poder disfrutar de mi pequeña escapada de dos días.
Primero, gracias a mi pareja, porque, a pesar de que justo este mes ha recuperado su turno rotatorio, ha podido estar libre viernes, sábado y domingo.
Segundo, gracias a mi primo, por prestarme su colchón hinchable para dormir el sábado por la noche.
Tengo dudas porque este viaje será el primero en que me separe de mi petite. Y el segundo con l'aînée. Con ésta, estoy segura que no habrá problemas, no habrá miedos, no habrá preocupaciones más allá de las habituales. Con la petite... Ella sigue "teteando" su desayuno y su recena. Ella está enmadrada. Ella es un trasto que hace perder la paciencia a su padre. Y entre estas cosas y que se acercan los dos años...
Con dos años, l'aînée asó de estar pegada a mis faltas a adorar a su padre. Y yo, con este viaje #8J, estoy dándole ventaja a mi hija para que haga lo mismo.