Un año con las cosas de la edad

Se cumple 1 año de andadura profesional en la residencia de ancianos...
* 1 año feliz en el trabajo
* conviviendo con mayores un rato al día todos los días
* mirando la vida desde el otro lado
* dando los buenos días y sonriendo a los mayores, que se acercan a diario a verme sólo por saludar
* aprendiendo a conocer con los ojos cerrados a los residentes por su modo de andar, por cómo golpean el suelo con el bastón, cómo arrastran los pies o mueven el andador, el ruidito que hacen al respirar, sus suspiros...
* visitando sus habitaciones (sus "casas") como parte imprescindible e insustituible de la jornada laboral
* interesándome por los nacimientos de nietos o bisnietos, comuniones, bautizos, bodas, defunciones...
* siendo testigo de sus vidas a través de las fotografías del pasado y del presente
* compartiendo las evoluciones de mis hijos por los que ineludiblemente me preguntan y causa de que muchos mayores vengan al despacho para ver si tengo nuevas fotos que enseñarles
* llorando cuando muere algún residente, porque son más que "residentes" o "pacientes"
* aprendiendo muchísimo trabajando con todos mis compañeros
* sabiendo que un título de Medicina no lo es todo: lo que realmente importa (importamos) somos las personas por nosotros mismos
* 1 año feliz en el trabajo
Ahora que llevo 1 año trabajando en la residencia, sólo puedo decir gracias. Gracias a Antonio y Belén por facilitarme y darme el empujón que necesitaba. A Maite, Paco, Julián y el resto de mis compañeros con los que comparto las cosas de la edad. Y, por supuesto, gracias a los viejos, los mayores, los residentes, los ancianos, los abuelos, los... ellos, esas personas que me recuerdan continuamente que la vida es breve aunque dure 103 años y que lo más importante es vivirla.
Pues eso. Gracias y a vivir cada minuto como si fuera el último.