¿Qué hemos aprendido en un año de que inició esta pandemia de Covid-19 en México? Todos hemos aprendido muchas cosas, aunque muchas no muy gratas.
Aprendimos que todos quieren opinar sobre algo que no saben, sobre algo que no conocen, sobre algo que no estudiaron. Entonces, ¿por qué mejor no se lo dejan a los que sí son expertos en la materia? Pero algunos en lugar de hacer eso se pusieron a inventar falsos remedios caseros, como ese de tomar agua caliente con gotas de limón y bicarbonato de sodio, que en realidad no sirve para nada.
Aprendimos que en momentos críticos como éstos, nunca faltarán los vivales que buscan sacar provecho a estas situaciones aprovechándose y abusando de los incautos e inocentes que, por una u otra razón, no tienen conocimiento sobre estos temas.
Por un lado están los que te querían vender el dióxido de cloro como si fuera un remedio universal para el Sars-Cov2 y otras enfermedades, un producto químico que, hasta la fecha, sigue sin tener evidencia científica de que funcione como un medicamento, pero sí hay evidencia de los daños que causa en el organismo humano.
Numerosos productos milagro se pusieron a la venta, desde tarjetas con cloro hasta gotas de aceites esenciales, que prometían proteger y hasta curar esta terrible enfermedad. Pero afortunadamente ya existen las vacunas, que sí funcionan y que sí pueden protegernos de este mal.
Como siempre los “conspiranoicos” vertieron sus puntos de vista en las redes sociales, causando un maremoto de desinformación y mistificación sobre este y otros temas relacionados. Hay que ser realistas, los conspiranoicos son gente que tiene problemas mentales de esquizofrenia o paranoia, que debe de ser tratada por profesionales de la psiquiatría. En el mejor de los casos sólo son personas necias que además de ignorantes padecen de sesgo cognitivo (defecto Dunning-Kruger).
También aprendimos que los del gobierno federal fueron unos incompetentes e irresponsables en su manejo de la pandemia, lo que, hasta este momento, ya ha causado 186,152 muertes por esa enfermedad, que muchos ya hemos padecido. Sí, esas muertes son culpa de ellos.
Lamentablemente también vimos como a muchos individuos “les valió queso” la pandemia, y siguieron haciendo su vida como si nada, haciendo fiestas y reuniones como si nada pasara, o saliendo a pasear como si todo estuviera normal. Hoy muchos de esos o sus familiares ya murieron por este padecimiento.
“Las bestias sólo aprenden a golpes” dice el antiguo refrán, y parece que a muchos así les funcionó, hasta que un ser querido cayó enfermo o muerto fue cuando vieron lo grave del asunto, pero ellos tomaron las malas decisiones, y por eso pagaron las consecuencias.
También comprobamos que estamos solos en el mundo, no existe ningún ser divino ni mágico que vendrá a salvarnos o protegernos, sólo nos tenemos los unos a los otros. Y eso hay que comprenderlo bien, para ya salir de esto lo mejor posible.
Dejemos de buscar falsas luces en el cielo, cuando nosotros debemos de ser la luz del camino de todos los demás.
Ahí se los dejo de tarea.http://twitter.com/belduquehttps://www.facebook.com/BelduqueOriginal/