Un año desde que empezó esta aventura de escritorio. Se pueden vivir grandes emociones sin salir de casa, sin moverse de la silla, justo enfrente de la pantalla del ordenador. Gracias a la tecnología, esto es posible.
Gracias a la tecnología hoy soy un hombre más sabio que hace un año, más amable, más comprensivo y humano, pero sobre todo ha sido gracias a todos vosotros. Me habéis cambiado desde lo más profundo, me habéis convertido en alguien que merece la pena, en alguien dispuesto a dar más que a recibir, en alguien sincero a quien no le queda más remedio que serlo.
Gracias por poblar de sentimiento y emoción este año injusto y a la vez mágico, por convertir cada post en una parte fundamental de mí mismo y por implicaros emocionalmente en este proyecto sin esperar nada a cambio.
Gracias por la luz, por dar forma y completar el fondo del fotonauta un año después.