Un año literario da mucho de sí, como os estaréis dando cuenta a través de estos artículos. Ya hemos llegado a la tercera parte, pero, os aseguro, que hay carrete para unas cuantas más. Si os parece, no perdamos tiempo y comencemos.
DATOS EXTRAÍDOS DE LA AGENDA CULTURAL DE LA EDITORIAL ALBA
El 23 de febrero de 1828, el joven Antoine Berthet es ajusticiado en Grenoble. Ocho meses antes había intentado matar, en una iglesia, a la madre de los niños de los que era preceptor, y suicidarse después. Este episodio , famoso en las crónicas judiciales de la época, inspiraría a Sthendal su novela “Rojo y negro”, 1830.
El 26 de febrero de 1863, Walt Whitman publica en The New York Times un artículo sobre su visita a un soldado en plena Guerra de Secesión: “Me senté a su lado sin hacer ruido; hablé un poco; no tardé en ver que no le hacía ningún bien”. Le prestó dinero para que pudiera comprarse un poco de leche. Años después, el soldado declararía que esa visita le había salvado la vida.
El 27 de febrero de 1943, escribe Anne Frank en su diario: “No te imaginas lo que nos acaba de pasar, el dueño del edificio lo ha vendido sin decir nada”.En la “casa de atrás” de ese edificio de Ámsterdam viviría, con su familia y otras personas, oculta de los nazis casi dos años y medio. En agosto de 1944 los descubriría la Gestapo.
El 3 de marzo de 1983, Arthur Koestler y su mujer se suicidan juntos en su piso londinense. Fiel defensor de la eutanasia, el autor había escrito: “La perspectiva de dormirse pacíficamente no solo puede ser indolora, sino también deseable para abandonar un cuerpo mortal arruinado por el dolor y volver de nuevo al estado de no nacido”.
El 5 de marzo de 1954, se publica póstumamente “Bajo el bosque lácteo”, un drama para voces que Dylan Thomas escribió para la radio. En él, un narrador omnisciente invita a los oyentes a escuchar los sueños y pensamientos de los habitantes de Llareggub, una pequeña población costera galesa.
El 11 de marzo de 1889, André Gide anota en su diario: “Quzá haya un relato breve, áspero, que se puede escribir sobre el suicidio de un niño al que todo el mundo trata como a un niño, pero que se siente hombre”. Éste sería uno de los temas de “Los falsificadores de moneda”, 1925, y el personaje del niño se llamaría Boris.
El 14 de marzo de 1788, Goethe, previendo ya su vuelta a Weimar tras una larga estancia en Italia, donde ha vivido en completo anonimato, escribe: “En Roma ha sido donde por primera vez me he hallado a mí mismo, donde por primera vez me he sentido en paz conmigo mismo, feliz y discreto”… Al llegar a la ciudad había consignado en su diario: “¡Al fin llegué a esta capital del mundo!”
El 15 de marzo de 1884, Clarín escribe a Galdós: “Los dos únicos novelistas vivos que me gustan en absoluto son usted y Zola. ¿Qué le falta a usted? Muchas cosas que tiene Zola. ¿Y a Zola? Muchas cosas que tiene usted. ¿Y a los dos? Algunas que tenía Flaubert. ¿Y a los tres? Algunas que tenía Balzac. ¿Y a Balzac? Otras que tienen ustedes tres”
Hasta aquí la tercera parte de este recopilatorio de artículos, “Un año literario”, espero os estén gustando. Si es así, por favor, no olvidéis dejar vuestros votos y compartirlo.
Nos leemos muy pronto.