Una vez más llegamos al final del año, lo que además implica que esta humilde página cumple su segundo aniversario de existencia. Sin embargo hoy no venía a hablaros de estos temas tan manidos sino que me gustaría mencionar un hito que para mi resulta mucho más significativo: ¡Hemos alcanzado las cien entradas! ¿Quién iba a decir que llegaríamos hasta aquí?
No os voy a felicitar el año nuevo, pues ya lo hice el año pasado y repetirse es la mar de cansino. Además me he dado cuenta de que jamás podría superar la felicitación de fam-knots, el blog holandés que descubrimos recientemente y tiene como misión difundir las verdades tal y como son aquí en los Países Bajos. Tampoco os voy a dar la brasa con la dedicación que requiere llegar hasta la entrada número cien, porque eso ya os lo contaba en este artículo. Como todo lo que había que decir ya ha quedado dicho, desde aquí simplemente haremos un resumen de lo que ha sido este año que termina y una declaración de intenciones para el que pronto va a comenzar.
A lo largo de este año Holanda ha cambiado a su loada reina por un rey sonriente y aficionado a la cerveza, ha reinagurado su museo nacional tras diez años de reforma, ha restringido el accesso a los coffee shops exceptuando, como no podía ser de otra manera, los de la ciudad de Amsterdam (¿de verdad nos quedaría algún turista si los cerraran?), ha intensificado la excentricidad de su ya de por sí extrañísimo sistema educativo con la apertura de las escuelas Steve Jobs y ha tenido que rendir cuentas ante Naciones Unidas a causa de su empeño en rodear a su particular papanoel de dicharacheros negritos sospechosamente parecidos a un esclavo. Ademas de alcanzar una tasa de paro nunca vista desde los ochenta, un 8%, pues aunque sea de refilón aquí también llega la crisis. Por no mencionar al grupo de alcohólicos a los que se paga con cerveza para que limpien los parques.
¿Y qué hay de nosotros? En este año en el blog se han publicado treinta y siete entradas. Muy poco si comparamos con las sesenta y pico del año pasado, pero ya sabéis cómo es el entusiasmo del principiante. La media actual está en tres entradas por mes, lo cual no está nada mal. Hemos tratado temas importantes que aún estaban en el tintero como la sanidad o los objetos de segunda mano pero todavía quedan muchos asuntos pendientes con lo cual tenemos cuerda, como mínimo, para otro año más. Además se ha hablado de asuntos altamente irrelevantes como la invasión de arañas en mis ventanas o mi escasa pericia a la hora de manejar una bicicleta, asuntos que en contra de lo esperado parecen haber captado el interés de los eventuales visitantes. Sin embargo la historia de mis desvelos para cumplir a rajatabla con las sufridas tradiciones locales en la fiesta de Sinterklaas han pasado con más pena que gloria. ¡Si es que es imposible predecir lo que va a gustar y lo que no!
En cierto momento el blog alcanzó los trescientos seguidores en facebook y como es un número bonito decidí anunciarlo en la misma plataforma. Bueno, no lo hice yo sino que encargué la labor al bravo rey Leónidas, abanderado por antonomasia de esta histórica cifra. El problema es que ni tres minutos habían transcurrido desde la publicación de dicho anuncio cuando advertí que de repente ya no éramos trescientos sino doscientos noventa y nueve. Que no cunda el pánico - me dije - aprovecharemos la coyuntura para hacer lo único que se puede hacer en estos casos: un chiste malo. Así que veloz sustituí la fotografía inicial del espartano por otra mucho menos regia que reflejaba nuestra situación actual.
Al minuto tuvimos 298 y después 297. No tuve más opción que borrar al photoshopeado Leónidas y fingir que allí no había pasado nada. Al final de toda esta maniobra creo que nos quedamos con 290 o 291. Vale, a la gente no le gusta que alardees, ya lo pillo. Aunque tener trescientos seguidores de los que realmente leerá tus publicaciones un cinco por ciento no me parece motivo de mucho alardeo, qué queréis que os diga. Moraleja: cuando alcances un número redondo de personas que pulsaron "me gusta" haz como que no te has dado cuenta.
Para terminar mencionaré que hace no mucho tiempo, acallando a ese clon de Sheldon Cooper que vive en mi cavidad craneal y se escandaliza cada vez que una figurita de pinguino no mira hacia el norte, me atreví por fin a cambiar el diseño de la página por uno más actual y minimalista, pues me apuntan que el skeumorfismo, en este caso cualquier parecido de un blog como éste con un bloc de notas a la usanza, está ya más pasado que los pantalones de lycra acampanados. El resultado el el que veis ahora mismo y utiliza un fragmento de la metamorfosis número tres del gran Escher, puesto que nadie mejor que este artista para plasmar las cosas que se pierden por el camino.
Antigua pinta de esta página, para el archivo de memoria histórica
Y eso ha sido, así a bote pronto, nuestro pequeño resúmen anual. Ahora tú, sí, tú que estas ahí fuera....¿Te urge que analice algún tema en particular que te toca sobremanera la fibra sensible y del que nadie más parece percatarse? ¿Quieres torturarme proponiéndome películas, libros o destinos turísticos holandeses que te han parecido particularmente abominables para que escriba sobre ellos? ¿Has logrado capturar con tu cámara una imagen histórica que encierra la esencia misma de Holanda en cinco megapixeles y quieres compartir tu obra maestra con todos nosotros? ¿Quieres poner tu granito de arena y escribirnos un tutorial sobre algo que, de otro modo, jamás abordaríamos? Para cualquiera de estas cuestiones u otras por el estilo que puedan acudir a tu mente, por bizarras que parezcan... ¡escribeme! Y si te da pereza hacerlo, al menos rellena la siguiente encuesta para darme una pista de hacia dónde debo virar el timón en los meses que se nos vienen encima.
¿En qué deberíamos centrarnos este año?
Yo ya me callo, que cien entradas son muchas entradas dando el coñazo, aunque no sin antes dar una vez más las gracias a ese cinco por ciento de los trescientos seguidores que se pasa por aquí de vez en cuando (en realidad ya somos más de cuatrocientos pero hago como que no lo he visto). ¿Qué me contáis vosotros?