El amigo Juan Ramón Jerez ( http://www.ideasdeportivascanarias.com/ ) me acaba de mandar este excitante libro de la editorial Chessy, realizado por Javier Guzmán, Doctor en Historia y profesor universitario de esta disciplina y experto también en la noble historia del ajedrez.
“Un año para el ajedrez” ha sido concebido mediante un ejercicio de efemérides como una curiosa narración de la misma historia del ajedrez.
Resulta de muy amena y entretenida lectura. Realizado para ayudar a pasar un buen rato mientras nos deleitamos leyéndolo. ¡Nos abre los ojos! y nos ayuda a contemplar y recordar a grandes artistas y magnos acontecimientos relacionados con el juego-ciencia (!?).
Y vamos a comentarlo de la mejor manera posible, pasando directamente a narrar lo más importante que aconteció tal día como hoy, momento en que escribo esta crónica, un 10 de Mayo, ¡pero de 1807!.
Aquel día nació Bernard Horwitz, destacado compositor que formó parte de la “Pléyade de Berlín” (de la que hablaremos posteriormente) antes de trasladarse a Hamburgo en 1839 y a Londres y Manchester seis años después.
Su fama se cimentó en la publicación del libro “Chess Studies or Endings of games” (1851), una colección de instructivos finales que recopiló con la ayuda del músico alemán Kling, junto con el que publicó también la revista “The Chess Player” (1851-1853).
Como jugador obtuvo resultados regulares; perdió encuentros frente a Staunton, Harrwitz, Kieseritsky, Williams y Kolisch, pero derrotó entre otros a Bird y Schulten (Londres 1846 – partida seleccionada por el autor para reproducirla en este libro).
En el torneo de Londres de 1851, Horwitz quedó eliminado en la segunda ronda y en los de Manchester 1857 y Bristol 1861 corrió igual suerte en la primera ronda.
Se conocen como “Alfiles Horwitz” los que actúan en diagonales adyacentes.
“Las 7 Pléyades” fueron un grupo de sofisticados ajedrecistas que se reunieron periódicamente, entre 1837-1839, para intercambiar ideas sobre ajedrez y jugar partidas. Aparte de Horwitz, estaban:
- Ludwig Erdman Bledow, profesor de matemáticas, eficiente ajedrecista berlinés que ganó algunos encuentros a Jänisch, Buckle, Aaron Alexandre, Mongredien y al propio Anderssen! (+4-1=0). Fundador del Deutsche Schachzeitung, cuyo primer número aparecería un mes antes de su fallecimiento.
- Wilhelm Hanstein, fuerte jugador alemán formado por su primo Mayet. Su fuerza residía en la solidez de sus defensas, por lo cual derrotó al propio Mayet y a Jänisch. Como teórico produjo algunas innovaciones en la defensa de los dos caballos, la defensa Philidor, el contragambito del centro y otras aperturas.
- Karl Schorn, pintor de profesión y también maestro de ajedrez. Enemigo de la teoría y con un fino sentido del humor, pues acompañaba siempre a los derrotados con “máximas en latín”. Con ese espíritu libre y sin pensar en el medio punto dio un gran impulso creador al juego.
- Karl Mayet. Curioso ajedrecista que evidenciaba una debilidad especial por cambiar la dama por una cierta cantidad de material enemigo. En encuentros batió a Szén y Van der Goltz, aunque no logró en el último caso doblar en victorias a su oponente, condición que había sido estipulada previamente.
- Paul Rudolf von Bilguer, excelente jugador en partidas normales y a ciegas, así como un magnífico analista. Creador del famoso Handbuch (en Alemania se lo conoce como “der Bilguer”). Murió en Berlín a la temprana edad de 25 años.
- Tassilo von Heydebrand und der Lasa. Una de las figuras más versátiles de la historia del ajedrez. Destacó como jugador, teórico e historiador. Su carrera diplomática le permitió establecer contactos en el extranjero (estuvo destinado en Viena, Estocolmo, Bruselas, La Haya y Río de Janeiro entre otras capitales), por lo que en cierto modo, se le puede considerar el primer maestro internacional propiamente dicho. En encuentros, derrotó a la mayor parte de los mejores jugadores de su tiempo (como Jänisch, Staunton! o Löwenthal). Como teórico, su nombre se popularizó al publicar el antes mencionado Handbuch, Berlín, 1843 (cuya planificación como ya dijimos había corrido a cargo de su amigo Bilguer). Pero su obra más importante fue “Zür Geschichte und Literatur des Schachspiels”, Leipzig, 1897 que corresponde al dominio de la historia. Tradujo incluso textos de Lucena y Greco. Como colofón de su biografía debemos mencionar su pasión por coleccionar libros y manuscritos ajedrecísticos (al producirse su fallecimiento contaba con 2.263 obras, algunas de ellas escritas en el siglo XIV). Después de perderse en la confusión subsiguiente en la II Guerra Mundial, esta colección fue hallada intacta en un ¡castillo polaco!.
Sigue un instructivo estudio de Horwitz extraído de su citado libro “Chess Studies or Endings of games” (1851):
Horwitz,BBlancas juegan y ganan, 1851[Jimenez,A sobre Horwitz]
1.Th8 Amenazando mate. 1...Ra5 2.Rxc3 b1C+ Unica. [2...b1D? 3.Ta8+ Rb5 4.Tb8++-] 3.Rb2 y ahora se produce un rodeo sobre el caballo que acabará domándolo. 3...Cd2 4.Th4! Rb5 [4...Cf3 5.Tf4 Ce1 (5...Cg1 6.Rc2 Ch3 7.Tf3 Cg1 8.Te3+-; 5...Ch2 6.Rc3+-) 6.Rc3 Cg2 7.Te4 Rb5 8.Rd2+-; 4...Cf1 5.Rc3 Cg3 6.Tg4 Cf1 7.Rd3 Ch2 8.Tg3 Cf1 9.Tg2+-] 5.Rc3 Cb1+[5...Cf3 6.Th3 Cg1 (6...Ce1 7.Tg3+-) 7.Te3+-; 5...Cf1 6.Th3+-] 6.Rc2 Ca3+ 7.Rb3 Cb1 8.Th2+- *
No cabe duda que indagar en las bonitas historias de ajedrez narradas en el recién salido libro de Javier Guzmán, “Un año para el ajedrez”, constituye toda una gran experiencia placentera que animará sin duda a nuestros espíritus!.
Un saludo.Angel Jiménez Arteagahttp://www.ajedrezcanarias.com (Secretos de Alcoba)[email protected]