Bueno, ya hemos comido las uvas, celebrado la llegada de un año nuevo y deseado todo lo mejor a los nuestros, familia, amigos y conocidos y a uno que otro que se ha colado en el Whatsapp como el Pequeño Nicolás hasta en la sopa. A no ser que vivas en Andalucía y hayas sido víctima de los campanazos de Canal Sur, y todavía estés on las uvas en la mano. Pero bueno, tampoco es como para tirarse por la ventana, ya tienes otra cosa para contar a los nietecitos… Igual el “lapsus” se debió a que en producción estaban viendo otra cadena de televisión y claro, centrarse se complica.
Este año, la verdad es que tengo el convencimiento de que va a ser un año especial, aunque para variar no nos haya tocado la lotería (supongo que a Fabra tampoco pero a Montoro desde luego que sí) y aunque Santa Claus o los Reyes Magos no hayan parecido demasiado generosos. Este año nos esperan grandes cosas, estoy seguro de ello. Cosas como la posibilidad para empezar a dar golpes de timón , allá por el mes de mayo. Nos quedan unos meses para salir de la “zona de confort” para recordar a los que nos gobiernan y a los que aspiran a hacerlo, que estamos aquí, seguimos vivos y o espabilan o verán dónde pueden acabar.
De momento no han empezado con buen pié. De Guindos, todo ministro él, va y nos suelta en la Cadena Ser (igual efecto secundario de una opípara comida navideña) que hemos perdido el miedo a perder el empleo, ¡con toda la resma de parados y esclavizados precarios que somos en España!. Seguro que él y su familia no tienen miedo a perderlo (o igual si, visto el verdadero pánico que tiene esta gente a las elecciones) pero nosotros, los que parecemos condenados a soportar su desgobierno si lo tenemos. Tememos no poder alimentar a los nuestros, tememos ser los próximos que sufren la burla que supone una subida de TRES CON TREINTA EUROS el insuficiente Salario Mínimo Interprofesional por el que nos vemos obligados a deslomarnos a diario e intentar subsistir y tememos estar a merced de que unos sádicos se dignen a darnos unas ayudas a las que tenemos derecho simplemente porque somos humanos y porque nos corresponden después de partirnos el espinazo trabajando una vida, por tener algún tipo de discapacidad o padecer la tragedia de perder el empleo.
Este año he pedido a los Reyes Magos (quitad Reyes si el corazón republicano impide ponerlo) que podamos recuperar la ilusión, las ganas de vivir y sepamos aprovechar el tiempo en el que no tienen más remedio que escucharnos para que los votemos, los unos y los otros.
Estoy completamente seguro de que este es nuestro año. Recordaremos 2015 como el año en el que dejaremos atrás la estafa de la crisis. Un año en el que habrá acabado la tormenta y en el que volveremos a vivir. ¿porqué nuestros políticos habrán cumplido con su deber? No lo creo, mas bien lo será porque habremos sabido recuperar lo nuestro y conseguiremos dar la vuelta a la situación, limpiar la inmundicia y empezar a volar de nuevo aunque intenten callarnos con leyes mordaza y hierbajos similares que no van a darles resultado simplemente porque no tienen sentido.
Hemos de estar atentos a Grecia, al igual que en la antigüedad igual pueden marcar el camino. De momento han conseguido desenmascarar a algunos demócratas que nos dicen que un cambio por las urnas puede ser malo para “los mercados” pero callan ante los sucesos de Ucrania. ¿Esperamos algo de esta gente?
Espero que los Magos cumplan con su parte en la carta que les envié porque nosotros si nos hemos portado bien (bueno, más o menos) Por lo tanto deberían traernos toneladas de fuerza, alegría e ilusión para arrancar un año lleno de esperanza. ¿Vamos a ello?