…Mira, un sonido puede iniciar un sueño; el ruido de un coche que pasa por la calle puede hacer que cientos de personas dormidas caigan en lo mas profundo de sí mismas. Es curioso pensar en ese coche avanzando en la oscuridad, desatando tantos sueños. El sexo, un repentino cambio de luz, un problema, estas pequeñas llaves pueden abrir nuestro interior. Pero casi todos los sueños empiezan porque una furia interior derrumba las puertas. No creo en Jesucristo pero si en el alma, así es como me lo imagino yo: los sueños son la mente del alma, nuestra verdad escondida… (T.C)