Queridos amigos:
Todos saben que he tenido un fin de semana muy especial. Vale decir, lo más especial que uno puede tener en un lugar como este: la visita de sus seres queridos.
Las condiciones, ya comente el pasado año, son mejores que en la penitenciaria, pero no dejan de ser condiciones incomodas,en las que, por ejemplo, no permiten que te muevas de tu lugar asignado, una silla plástica, todas las horas que dure el tiempo dela visita. Claro que el aura de amor y alegría que nos envuelve hace olvidar el tiempo y las incomodidades.
Me atrevo adecir que somos nosotros, mi madre, mi hermana, mi hijo y yo, quienes más bulla hacemos y al mismo tiempo quienes más sonreímos, sobre todo con las ocurrencias de Tonito, que no deja de ser el "niño", que con su cariño alegra corazones.
Un recluso de mi unidad, que estaba recibiendo visita, me comento que de vernos tan felices le dio una sana envidia y que notó se desbordaba mucho amor entre nosotros.
Otro, que nos miraba al momento de podernos retratar juntos, me dijo el sábado que nuestras fotos serian las más originales, ya que ninguno de nosotros se ponía serio, como acostumbran a hacer muchos y que nosotros irradiábamos felicidad.
¿Por qué tanta felicidad, tras largos años sufriendo esta injusta prisión? Es la felicidad del alma pura y libre. Es la felicidad de saberse inocente. Es la felicidad de sentir en cada visita a todo nuestro pueblo y a nuestrosamigos por todo el mundo, quienes están en todo momento en nuestras conversaciones. Es la felicidad del amor indestructible.
Hoy me resumo a hacerles saber de estos primeros momentos de la visita y de alguna forma responder a los mensajes que me llegaron durante el fin de semana.
Sé que hay otros hechos importantes, que a todos nos preocupan y duelen en la sensibilidad de los que amamos la paz.
Cinco abrazos y el abrazo de mis familiares.
¡Venceremos!
Tony
FCI FLorence
21 de marzo de 2011
Foto de archivo