El Laucala Island Resort es un lujoso complejo hotelero en las islas Fiji que pertenece a Dietrich Mateschitz, el fundador de Red Bull. El multimillonario creó una experiencia de lujo y confort a la que no todos pueden acceder, ya que alquilar una habitación cuesta 3.600 euros.
Para hacer la experiencia en la isla aún más extravagante, Mateschitz hizo diseñar un “avión submarino” que puede transportar a los visitantes de la isla en una expedición por los alrededores de dos horas de duración. Su diseño combina el aspecto de un submarino, un coche y un avión y sólo cuenta con capacidad para dos personas.
La empresa creadora se llama Deep Flight y cuenta que el vehículo puede sumergirse hasta 120 metros, sin duda una propuesta muy tentadora para los amantes de los fondos marinos que no quieren bucear. “Volar debajo del agua”: esa es la sensación que impulsó el diseño y la creación del Super Falcon Mark II.
La excursión en el revolucionario vehículo tiene un coste de 1.200 euros y está disponible sólo para clientes del hotel Laucala Island.
El diseño del Super Falcon Mark II recuerda al coche submarino que aparece en la saga de James Bond, en la película “La espía que me amó”. Dicho vehículo ahora es propiedad de otro multimillonario, Elon Musk, dueño de Paypal. El empresario, que compró el vehículo en una subasta, prometió convertirlo en un coche que verdaderamente funcione bajo el agua, aunque como puede verse en la imagen de www.wikipedia.org el vehículo tiene el aspecto de un coche tradicional.
La foto que ilustra la portada pertenece a Christian Haugen.