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Un baile en el matadero, de Lawrence Block

Publicado el 09 septiembre 2014 por Aramys

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Por esto me gustan las series. Por esta sensación me gusta leerlas desde el principio, en orden. Por este hormigueo que se siente al ver a tu personaje crecer, verlo cambiar, evolucionar, madurar. Notar que está vivo.

De Block he hablado unas cuantas veces aquí, a Scudder ya lo conocéis, y hace poco os hable de Cuando el antro sagrado cierra. Está siendo un año muy de series. Y tengo una pequeña debilidad por Matt Scudder. Y Ojala se publiquen todos los títulos que faltan y los dos o tres que se han saltado.

Cada novela que leo de Block es mejor que la anterior, lo digo mucho, pero es que es así, es una de las cosas que me gusta de leer series largas de personajes, ver como el autor aprende, madura y perfecciona sus novelas; sus tramas, y sobre todo sus personajes. Con Block se hace patente si has leído la serie en orden, se nota como madura Scudder¸ como le afectan los años, las vivencias. En Cuando el antro sagrado cierra, ya se apreciaba un buen cambio en Matt¸ mucho más relajado, más serio, alejado del alcohol, más reflexivo si cabe. Pero no me esperaba el gran cambio que ha dado en Un baile en el matadero, es espectacular, es un Matt totalmente centrado, irónico (aún más), muy de vuelta de todo, incluso frío, ha dejado de ser paternal, y según vemos en el desenlace de la novela, muchas cosas han cambiado en su carácter y su manera de ver la vida.

Aunque por desgracia hay truco, nos hemos saltado dos novelas (Out on the Cutting Edge de 1989 y A Ticket to the Boneyard de 1990), así que este gran cambio en Scudder se ha gestado en estas dos novelas, y por desgracia nos lo hemos perdido.

Pero hablemos de Un baile en el matadero. A Matt lo contrata un tipo llamado Lyman Warriner para que descubra quién ha matado a su hermana, para descubrir si, como él sospecha, lo ha matado su cuñado, un importante hombre de negocios, arrogante, encantado de conocerse y por si fuera poco, presentador de televisión. Al parecer la pareja fue atacada por unos ladrones cuando entraban en el edificio donde está su apartamento. Los ladrones, al verse sorprendidos, la emprendieron con ellos, violando y matando a la mujer y dando una paliza de muerte al marido. La policía ha dejado al hombre libre sin cargos al no tener pruebas de nada, pero Warriner sospecha del marido de su hermana y no piensa descansar hasta saber toda la verdad.

Además de esta trama, Block introduce una segunda historia algo más cruda y oscura sobre la prostitución con chicos de la calle y los chaperos, toca ciertos temas sobre la pornografía y el cine, y reflexiona sobre los límites de la moralidad en el sexo y el dinero. Y aunque tocas temas bastante delicados y escabrosos, lo hace siempre con medida y alejado de los efectismos y las escenas gratuitas.

Como he dicho al principio en Un baile en el matadero he notado un cambio en la serie, Scudder ha dejado atrás mucho de su pasado, muchas referencias al lector han desaparecido, su carácter ha cambiado, su visión de la vida es otra. Scudder es más frío y está más alejado, aunque tiene pareja y eso lo humaniza, aunque no como antes. Mira el mundo con pesadumbre, con un punto de desesperanza, de resignación, incluso de venganza. Ciertamente es el mismo Scudder de siempre, pero algo ésta cambiando en su interior, algo ha pasado y algo va a pasar. Lo jodido es que no sabemos que ha hecho durante las dos anteriores novelas y hay muchos espacios en blanco que rellenar.

También hay un cambio en Block, su manera de escribir es más depurada, mucho más concisa y directa, los diálogos también han cambiado y tienden a ser más cínicos, más incisivos, como sus personajes. La trama es más reflexiva y (esto sí) como siempre con ese final del que tanto os hablo, esos finales marca de la casa. Aunque este final es doblemente perturbador por cómo reacciona Scudder a él, por como lo vive.

En conjunto me he encontrado ante una novela sobresaliente, un punto por encima del resto de la serie, una novela que sin llegar a sacudirte te hace crecer esa emoción interior de plenitud, de conexión, de vínculo con el autor, con el personaje.

La traducción a cargo de Elena González está realmente bien, pese algunos errores -muchos menos de los que imaginaba siendo una edición de La factoría- y transmite ese tono frío y reflexivo de Scudder.

Lawrence Block ganó en 1991 el prestigioso premio Edgar con esta novela.

Esto empieza a ser una despedida. Traducida solo nos queda por leer Un paseo entre las tumbas ¿Y luego? Luego la nada.

 

Una baile en el matadero
Lawrence Block
La factoría de ideas 2006
320 páginas.

 


Un baile en el matadero, de Lawrence Block
Un baile en el matadero, de Lawrence Block

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