El ritmo de la felicidad no es cadencioso como dicen,
bailo solo con un pie en el suelo
danzo preguntas a mi sombra
responde la esquiva sin ensayos y voluptuosa.
No es hechicería, ni conspiración
algo delirante erosiona mis muslos,
silbare porque ya estoy húmeda
y tumbada jugare con mi fuego.
El arco de mi cuerpo se contrae
sudando verdes hierbas machacadas en su laberinto secreto,
estoy tejiendo un nuevo ritmo
con este viejo silencio.