A veces se confunde el progreso con las mejoras económicas. Este mundo materialista nos hace olvidar, a menudo, que al margen de la economía hay vida. Los valores de libertad, de igualdad, de solidaridad y de justicia, quedan muchas veces –hoy en Europa lo sufrimos—, postergados u olvidados en aras de prevalentes tesis economicistas.
Por eso, hay actitudes que nos reconcilian con valores primordiales. Y desde luego, dentro de esas actitudes están las que corresponden al cariño, al amor. Y cómo no tener presente que un beso puede ser un símbolo de progreso.
Un beso marcó el símbolo de la vuelta a la paz, del final de la guerra, del principio de un tiempo deseado, de una normalidad cotidiana:
Hoy, otro beso, tiene mucho en común con el anterior, marca un punto de progreso.
En una sociedad puritana, como la norteamericana, este beso entre dos lesbianas, una perteneciente a la marina, marca otro hito. Esta sociedad con grandes dosis homófobas, y más en el caso de las mujeres --siempre menos nombradas y más desaparecidas--, señala sin duda un punto de partida para la normalidad sexual. Y no sólo en el caso de la sociedad yanqui, también vale para el resto del planeta, en mayor o menos medida.
Esta imagen puede que no guste a muchos, pero queda ahí, abriendo el camino de la normalidad, y haciendo visible algo que se escondía por prejuicios sociales y religiosos. Sin que sea la panacea y haya servido para hacer desaparecer la homofobia, que en mayor o menor grado existe en todos el mundo, sin duda puede servir de ayuda para que se visibilice esta relación y hacerla más cotidiana.
Y con estas fotos que nos acercan más a la realidad y no la esconden, que nos hablan de amor, y que tiene valores de solidaridad, igualdad y libertad, os ordeno que en estas fiestas que todos celebramos --independientemente de las connotaciones que para cada uno tengan-- y en el año que está a punto de empezar, seáis felices y que, entre todos, consigamos un mundo mejor, más justo y solidario, que falta hace.
Salud y República