Un bien relativo - teresa cardona

Título

Un bien relativo

Datos publicación

Siruela Policiaca. Madrid 2022. 438 págs.

Datos de la autora

    TERESA CARDONA (Madrid, 1973) ha publicado en Francia junto a Eric Damien las novelas negras Un travail à finir y Terres brûlées, bajo el seudónimo de Eric Todenne. Actualmente vive entre España y Alemania. Después de Los dos lados, continúa la serie de la teniente Blecker con Un bien relativo.

Sinopsis de la obra

    Justo cuando la teniente Karen Blecker se pregunta de nuevo si los inviernos serán siempre así de fríos y monocordes en el cuartel de San Lorenzo de El Escorial, aparece el cuerpo de una monja que no pertenece a ninguna de las congregaciones de la zona.

    Con la ayuda del reticente brigada Cano, Blecker comenzará a ahondar en el pasado de sor Lucía, una mujer enérgica que dedicó su vida a la creación y desarrollo de una moderna planta hospitalaria. Siguiendo los perfiles de otras mujeres vinculadas por diferentes motivos a la religiosa, la pareja se verá inmersa en una oscura investigación que los conducirá desde las zonas más acomodadas hasta los barrios periféricos del Madrid de los años ochenta, obligándolos a la vez a revisar sus propias convicciones, a cuestionarse si en realidad no existe falla en la monolítica rotundidad del bien.

Reseña

CUENTAS PENDIENTES

    Regresa Teresa Cardona a San Lorenzo de El Escorial, universo literario en el que ya situó su anterior novela, y regresa también a los años ochenta, moviéndose de nuevo en un doble plano temporal que hace atractiva la novela porque además resulta muy necesario a la hora de conocer y comprender bien su trama.

    Esta estructura aporta una dosis extra de calma a los lectores, puesto que complementa la trama investigadora con un pasado en el que la autora se centra en varios temas que sigue siendo muy necesario recordar, como por desgracia ocurre con la violencia de género, o sin edulcorancias lingüísticas, los malos tratos hacia la mujer.

    La teniente de la Guardia Civil Karen Blecker es quizá más foránea que nunca, y precisa del brigada Cano para ir descubriendo las costumbres de la localidad escurialense, y por extensión las bondades de la cultura española, a la que regresa tras su estancia en la policía europea.

    La narración, en ambos planos, se mueve con una demora que contrasta con otras novelas negras que viven de la velocidad, pero el estilo de Teresa Cardona no se entrega a urgencias malentendidas, sino todo lo contrario, precisa de un ritmo medido para perfilar los ambientes, los hechos y hasta las palabras de unos personajes que, como Conchita, están llamados a ganarse el corazón del lector.

    Las desigualdades sociales de los primeros años de la transición, el predominio de los de siempre (los de arriba), la actitud falsaria y acomodaticia de la Iglesia, el sufrimiento también de los de siempre (los de abajo), y la capacidad de supervivencia, son algunos de los puntos fuertes que atesora la trama de esta novela.

    Ese bien relativo que bautiza a la obra ha de ser tamizado por la lupa de la justicia, y también de los tiempos actuales, aunque sea en ese momento cuando el crimen cometido al inicio adquiera su verdadera dimensión, e incluso cuando los dos guardias civiles en enfrenten del todo a la conciencia del deber.

    Una novela que merece la pena leer por todo lo que nos hace reflexionar, sin olvidar tampoco lo procedimental del género, pero demostrando que cada plano puede tener su papel, ganado además con todo merecimiento.

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