Un billete de sólo ida.

¿Qué pasa si queremos dar el paso de dejar gente atrás pero hay algo que no nos deja? Algo que tiene miedo a que te equivoques, miedo a arrepentirte en un futuro, miedo a que no sea una buena elección. 
Sin embargo, en este punto en el que estás quieres dejar ese mundo atrás, dejar atrás risas, viajes, fiestas, en definitiva dejar atrás todo lo vivido. Pero...¿y si es necesario? ¿Y si sientes que no puedes avanzar porque hay cosas que te sobran? Siempre dicen que no te puedes olvidar de donde vienes, pero ¿y si eso es un peso innecesario en la mochila y lo único que hace es pararte más veces en el camino? ¿Qué pasa si eso nos impide avanzar, si nos impide llegar a cumplir nuestros sueños?
Lo más triste de todas estas preguntas, es que al final da igual lo que te aconsejen, da igual que en el fondo sepas que llevan razón, te dará igual todo, porque harás lo que quieras, lo que sientas en el momento en el que estés. Pero ¿sabes? Da miedo avanzar, da miedo empezar en un sitio nuevo, da miedo cerrar puertas, dejar a personas en el camino, personas que quizás creías que eran algo mas y ves que no lo son, da miedo dar pasos en falsos, da miedo equivocarte, da mucho miedo perderte y no encontrarte. Piensa sólo que de esto se trata el camino, de elegir, avanzar, dudar, sentir. Tu eliges si decidir o dejar que el destino te lleve.