Al mercado de la impresión 3D le están saliendo dos conceptos extremos : los lápices 3D , es decir dispositivos que virtualmente puedan escribir en las tres dimensiones como si fuesen un bolígrafo gracias a la pericia del dibujante.
Estamos hablando pues de impresoras 3D portátiles que incluso podríamos catalogar de bolsillo, unos periféricos peculiares que prometen ser la herramienta ideal para amantes de las manualidades.
Se caracterizan pues, básicamente, por ofrecer las ventajas de una impresora 3D en un formato realmente compacto, utilizando además unos consumibles sencillos de instalar que facilitan el uso de estos dispositivo, siendo ideal para todo tipo de usuarios.
Lix
Como podemos ver en el video , se trata de una especie bolígrafo (el dispositivo también tiene unas dimensiones que lo hacen cómodo de sujetar pesando solo 35 gramos y de medidas 16.3cm de largo x 1.3 de grosor) que genera filamentos de plástico como los de una impresora 3D y permite, literalmente, dibujar objetos 3d ( en el aire).
En cuanto a su funcionamiento no difiere mucho de una pistola de cola térmica,excepto que los filamentos de material que genera son mucho más finos, se secan más rápido y tienen más dureza a si como que la alimentación es un simple cable USB
Lix tiene una resistencia que calienta filamentos de plástico PLA o ABS como los que se utilizan en impresión 3D.. Su creador Anton Suvorov lanzo una campaña en Kickstarter para financiar parte de su invento y ya dispoene su página web donde a se puede pre-ocmprar por 139 dólares la versión 3D o por 59.95 la versión 2D
De momento, la mayor limitación que se aprecia en el vídeo es que los trazos tardan en salir del lápiz y en endurecerse.
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3Doodleer
Esta propuesta también ha surgido de Kickstarter, y como la anterior igualmente consiguió reunir el dinero necesario para llegar a producción.
Su puesta en marcha es extremadamente sencilla:basta con conectarla a la corriente eléctrica, esperar a que esté lo suficientemente caliente para que pueda empezar a trabajar (un LED se pondrá de color azul cuando esté lista) y pulsar uno de los dos botones disponibles para que el plástico comience a aparecer por la boquilla. Esos dos botones determinarán la velocidad a la que se derrite el plástico ABS, uno para una velocidad lenta y otro para otra más rápida, por lo que más o menos podremos controlar la salida del material según nos convenga. También incluye otro switch que hace la función de selector del tipo de plástico a utilizar (ABS o PLA) así como de botón de encendido.
El fabricante ha lanzado un pack de nuevas puntas con las que poder dar forma al plástico y obtener diseños más creativos. Por otro lado, también han presentado un pedal con el que poder controlar la expulsión del plástico con el pie, algo que seguro que facilitará la tarea, ya que podremos aguantar con mayor comodidad el dispositivo sin prestar atención a los botones.
El precio de los plásticos es de 9,99 euros, una etiqueta bastante atractiva que no asusta si tenemos en cuenta que son consumibles que determinan la vida del producto. Pero si tenemos en cuenta a este aspecto, es cierto que son baratos, pero habrá que tener en cuenta el tamaño de nuestras impresiones, ya que cada barrita suele durar más bien poco.
En resumen, el 3Dooler o Lix pueden ser caprichos que, aunque está al alcance de muchos, podrían no ser los productos ideales para todos. Requieren práctica, destreza, imaginación y mucha, mucha paciencia, algo que no termina de cuadrar si tenemos en cuenta la sencillez que parezen ofrecer en un principio.
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