Como se suele decir... "Nunca segundas partes fueron buenas"... y este caso no se trata de una excepción a la regla. Cuesta creer que el autor de la novela es la misma persona que escribió Azteca. No se trata tampoco de una novela pésima, simplemente vemos que su antecesora puso el listón demasiado alto como para poder desbancarla.
La historia comienza solapándose con el final de la novela anterior, lo que hace que refresquemos un poco los últimos acontecimientos de Azteca lo cual siempre es de agradecer, especialmente si ha pasado mucho tiempo desde que hemos leído las aventuras de Mixtli.
Con respecto a los personajes y a su tratamiento hemos de destacar la figura central de la obra, Tenamaxtli, a quien no llegaremos a conocer tanto como a Mixtli, y que nos narrará en primera persona la aventura de su vida y su intento de revolución contra los españoles.
No obstante, no todo en la novela será malo. Bien es cierto que ha perdido mucho con respecto a su antecesora pero sigue siendo una buena obra para familiarizarnos con la integración de los antiguos habitantes de México-Tenochtitlan en el nuevo sistema social, político, económico y religioso implantado por los españoles.
Concluyendo, he de decir que la novela defrauda bastante si la leemos esperando encontrar una obra maestra como lo fue su antecesora, aun así podemos encontrar mucha información sobre los modos de vida en la recién fundada Ciudad de México, así como la convivencia entre los dos mundos y los intentos por parte de los antiguos mexicas de integrarse en un nuevo orden y sistema social completamente desconocido para ellos.