Revista Infancia
En muchas ocasiones, en el blog y en otros muchos sitios, ha salido a debate la importancia de la figura del padre.
David y yo somos muy afortunados por tener a papá.
Como trabaja a turnos de 24 horas, papá dispone de días enteros para pasar con nosotros. Esto le está permitiendo disfrutar mucho de David y perderse muy muy poquitas cosas.
Cuando David nació, papi pidió las vacaciones, juntó turnos y no se separó de nosotros durante los dos primeros meses. Ni que decir tiene que esto facilitó bastante mi recuperación de la cesárea e hizo más fáciles mis primeros momentos como mamá.
David, de muy chiquitin y como todos los bebés, tenía una relación mucho mas estrecha conmigo, pero poco a poco, papá ha ido ganando protagonismo y, a día de hoy, es tan importante para el como yo. De hecho, en muchas ocasiones, pasa mas tiempo con el que conmigo! La verdad es que los están encantados de haberse conocido...
David ha encontrado en papá al compañero de juegos y aventuras perfecto...siempre que está en casa, se van al parque por la mañana y disfrutan de lo lindo.
Y yo tengo la gran fortuna de no tener que decir eso de que papá "me ayuda" con David. Porque papá no me ayuda...papá comparte conmigo esta hermosa tarea de ser padres, asume la responsabilidad que le toca, sin necesidad de que yo se la imponga y disfruta con ello. Para el, cuidar de su hijo no es una tarea que hay que hacer, ni una obligación, es una necesidad y un placer.
Y eso marca mucho la diferencia. Porque no es lo mismo hacer algo porque tienes que ayudar o porque toca, que hacerlo porque sientes que es tu función como padre y porque disfrutas con ello.
Es tanto el amor que siente hacia su chiquitín y tanto el tiempo que quiere dedicarle, que le cuesta encontrar un segundo para dedicar a otras cosas. Os animo a que os paseis por este post de papá donde, aparte de poder ver una bonita foto padre e hijo, podreis leer a lo que me refiero.
Gracias a su dedicación dispongo del tiempo necesario para llevar adelante este blog, que tanto me gusta y necesito, teniendo la certeza de que David está en la mejor compañía. Porque pocas cosas hay en esta vida que le gusten más a mi pequeño que estar con su papá...
Así que, aunque no aparezca mucho por aquí ni lo cite constantemente, papá es todo un ejemplo de paternidad consciente, con apego, respetuosa, o como queramos llamarla. Con su actitud hacia su hijo demuestra que la paternidad, cuando es elegida y deseada, no es ni mucho menos una carga, sino que es el mejor regalo que jamás nos han hecho.