Seguramente el post de hoy sea el más personal que he escrito en los últimos tiempos, pero lo que tengo que contaros os afecta de alguna manera y por eso quiero compartirlo con vosotros. Hace unos meses recibí la visita de una amiga, vino a contarme que por circunstancias de la vida iba a montarse su propio negocio y me pedía ayuda, ya que ella sola no iba a poder con todo. Por supuesto le dije que contara conmigo para lo que hiciera falta. Enseguida nos pusimos manos a la obra y no tardamos mucho en darnos cuenta que juntas formábamos un buen equipo, la sorpresa me llegó cuando me ofreció trabajar con ella, necesitaba una persona que se ocupara de algunos aspectos de la empresa y yo era la más indicada, así que acepté el puesto. Este sábado pasado se inauguró el negocio, lo que significa que ahora mismo estoy trabajando. Llegan nuevos tiempos, nuevos horarios, rutinas y hábitos a los que tengo que acostumbrarme. Como ya os anunciaba el otro día necesito bajar el ritmo, lo bueno de mi trabajo es que me deja tiempo libre para seguir tejiendo, aunque de momento y hasta que me acostumbre a mi nueva vida no podré dedicarle el mismo tiempo al blog. No significa que no vaya a actualizar, pero de momento no podré hacerlo como hasta ahora. Os dejo con una imagen de mi nuevo espacio de trabajo que he decorado con toda mi alma, otro día os enseñaré el resto y por cierto no perderos el post del viernes porque sé que os va a gustar.
Ahh se me olvidaba, el negocio es un studio de Pilates terapéutico y yo me encargo de la recepción, de la web y de las redes sociales.
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