Revista Maternidad

Un castillo (de verdad) habitado por elfos, dragones y hadas

Por Qhacerconninos @QHacerConNinos
Un castillo (de verdad) habitado por elfos, dragones y hadas

A unos 26 kilómetros de la capital de Castilla y León se encuentra Trigueros del Valle, un magnífico lugar para realizar una escapada familiar perfecta (incluida tu mascota) algún fin de semana otoñal (o invernal). Porque allí, entre casas de adobe y piedra, os espera una sorpresa, mágica para los chiquillos y emocionante para todos los enamorados de la arquitectura medieval. Su impresionante castillo del siglo XV, conocido también como La Fortaleza, aúna diversión y arte.

El Castillo Encantado es el nombre con el que esta ciudadela, con torre de homenaje, ábside y aljibe en buen estado tras su restauración, abrió sus puertas a la fantasía. Fue en 2019 cuando sus peculiares habitantes (dragones, elfos, unicornios, sirenas, hadas y hasta el monstruo del Lago Ness) salieron de sus mazmorras y habitaciones misteriosas para animar (y asustar solo un poquito) a todos los visitantes de esta particular atracción y exposición permanente.

El destino, un pueblo también con encanto

El municipio vallisoletano tiene en sí muchos atractivos. Antes de acudir al Castillo Encantado, es de 'obligada' visita la Iglesia de San Miguel Arcángel, de estilo gótico y con bonitas porticada y torre. También os gustará la Ermita de Nuestra Señora de la Virgen del Castillo, del siglo X y arquitectura mozárabe, que es también conocida con el nombre del Castillo, pero que nada tiene que ver con el Castillo Encantado, que, como señalamos, los lugareños denominan Fortaleza.

También podéis ver, desde el cerro y por fuera, sus casas cueva, los palomares que aún se mantienen en pie (ya son pocos), sus campos de cereales y viñedos, y visitar alguna de sus bodegas de D.O. Cigales.

Un recorrido de diversión y... susto

Un castillo (de verdad) habitado por elfos, dragones y hadas

El Castillo Encantado -cuya construcción fue encargada por Gutierre de Roble y su esposa, María de Guevara, en 1453, para convertirlo en su vivienda- fue rehabilitado a finales del siglo XX, y en el XXI el escultor y escenógrafo de cine, teatro y televisión (responsable, por ejemplo, de las maquetas y decoración del programa Cuarto Milenio), se hizo cargo de transformarlo en un lugar con mucha magia y un poquito de susto.

El Castillo Encantado cuenta con patio, adarve y cinco zonas temáticas. El recorrido es libre, pero hay que seguir las señalizaciones para pasar de un espacio a otro.

Nada más entrar en el patio os recibirá una cría de dragón u un araña gigante. La primera parada es la Guarida del dragón. En ella veréis una réplica del Trono de Hierro, de la serie Juego de Tronos, pero debéis ser cautelosos para no despertar al dragón dormido. Luego pasaréis al Invernadero mágico, en el que os toparéis con los duendes, para llegar a lo que fueron las habitaciones de la familia Roble Guevara, en el Torreón Fantasma (o Torre Encantada). Allí se pasa un poquito más de miedo; el pasadizo secreto, la habitación de los muñecos malditos y, en el punto más alto, el Nido del dragón y sus crías, tienen buena culpa de ello.

Una increíble colección de seres y objetos extraños

El Salón de la Cryptozoología es el curioso nombre de un espacio en el que los monstruos están acompañados de hadas y en el que vive la Sirena varada, totalmente desorientada a causa de la contaminación de los mares. Desde un fauno de Pompeya a un calendario maya y reproducciones de esculturas egipcias se alojan en el Gabinete de las curiosidades, una zona que acumula piezas universales y raras.

Un castillo (de verdad) habitado por elfos, dragones y hadas

Para acabar la visita -y sin desvelaros todo; dejamos espacio al factor sorpresa- llegaréis a El Laboratorio, un lugar repleto de tubos de ensayo, pócimas y todo tipo de objetos utilizados por los duendes en sus apasionantes descubrimientos. Allí también están los goblins, que realizan hechizos, pero, por otro lado, son los encargados de mantener todo limpio y en orden.

Al finalizar la visita, podéis recorrer parte de la muralla alta y disfrutar de unas vistas magníficas. Eso, si lográis salir de los pasadizos y mazmorras. La exposición y el recorrido son permanentes (en los meses de julio y agosto se añade algún espectáculo tematizado).

El horario actual para visitar el Castillo Encantado es: los viernes, de 17:00 a 20:00, y los sábados y domingos, de 11:00 a 14:00 y de 17:00 a 20:00. El resto de la semana permanece cerrado.

Precios. Niños de 3 a 11 años y mayores de 65 años: 4,50 euros. Adultos: 5 euros. Menores de 3 años: entrada gratuita. Las entradas las podéis comprar a través de civitatis.com.

Y si vais con tiempo en esta escapada en familia podréis visitar otra localidad vallisoletana que ya os hemos recomendado, Urueña, a menos de una hora en coche. Este municipio, conocido como La Villa de los libros, es el mejor remate para un estupendo fin de semana.


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