Joyce Jameson, Peter Lorre, Vincent Price con un gato negro
El 27 de noviembre de 1961, el periódico Los Angeles Times publicó la siguiente reseña: “HOLLYWOOD EN BUSCA DE UN GATO NEGRO. De entre todos los gatos que vemos en esta acera, uno de ellos quizá protagonice “El gato negro”, uno de los tres segmentos que compondrán la película “Historias de terror”, producida por American International Pictures y cuyo casting tiene lugar en Producers Studio. El director Roger Corman busca seis gatos casi idénticos; uno de ellos será el actor principal y los otros servirán de dobles de luces. La película está protagonizada por Vincent Price, Peter Lorre y Joyce Jameson”.
Una larga cola
Como demuestran estas fotos hechas para la revista Life, muchos, muchísimos propietarios de gatos negros decidieron probar suerte. Cuarenta y cuatro años después, el 13 de marzo de 2015, Eliza Berman, editora de fotos en la misma revista, publicó un artículo al respecto que hemos traducido:
Tratándose de actores de cuatro patas, los perros siempre han tenido mucha más fama que sus rivales los gatos. Basta con acordarnos de Lassie, Benjie y Toto. El camino que deben recorrer los gatos para alcanzar la fama hollywoodiense parece mucho más complicado. Quizá se deba a la falta de buenos papeles.
Dos esperanzadas dueñas
Una elegante dueña
Sin embargo, hubo un papel, el del protagonista del relato “El gato negro”, escrito por Edgar Allan Poe en 1843, que ofrecía a un felino la posibilidad de alcanzar el estrellato. La adaptación cinematográfica formó parte de la película “Historias de terror”, en la que se reunieron tres relatos del autor.
Entrenando al actor profesional
Nada menos que 152 gatos se presentaron a la prueba y todos ellos “bastante menos nerviosos que sus dueños”. Varios fueron descalificados de inmediato debido a patas u hocicos blancos, pero para los que quedaron, el largo día de espera solo supuso un sueño roto. El papel ya había sido dado a “un conocido gato profesional”. Seleccionaron a siete figurantes como dobles de luces, escogidos por tener un aspecto malvado.
Así se hace
Hubo casos en que los dueños, cuya ambición seguramente superaba con creces la de los gatos, no pudieron remediarlo y dejaron que la superstición se apoderara de ellos. A pesar de comportarse de forma natural con su gato, “muchos se esforzaban en evitar que otro gato negro se cruzara en su camino”.