Un chiste que sólo los venezolanos entenderían

Un chiste que sólo los venezolanos entenderían Miguelito, venezolano, de mediana edad, en su primera visita a Amsterdam, visita la zona roja y entra en un gran burdel. Petra, la matrona, lo invita a tomar asiento y le envía una muchacha joven para que lo entretenga. Se sientan, juguetean un ratito, se ríen un poquito; beben otro poquito, y ella se sienta en el regazo del turista. Él le dice algo al oído y ella se sorprende, niega con la cabeza y sale corriendo! Viendo esto, Petra le envía a una chica más experimentada para entretenerlo. Se sientan, juguetean un ratito, se ríen un poquito; beben otro poquito, y finalmente ella se sienta en el regazo del turista. Él le dice algo al oído y [Más...]