Este chiste no es de mi amigo galés sino que me lo contaron en Londres hace años. Se trata de un joven diplomático norteamericano que es destinado a Londres, quiere alquilar una casa, y un avispado vendedor le muestra una mansión perfecta para un diplomático con varios comedores y salones para recepciones. Al finalizar la visita el vendedor le pregunta su opinión sobre la casa y el diplomático le constesta que es perfecta pero le falta algo muy importante. En la casa no hay ningún gimnasio y él es un diplomático norteamericano muy activo y pasado de vueltas que precisa hacer sus ejercicios en lugar adecuado cada día, pero el vendedor le hace ver que la casa está situada justo enfrente de uno de los accesos a Hyde Park, y difícilmente se puede encontrar en Londres un lugar más idóneo para hacer ejercicio, le convence y el diplomático alquila la casa.
Despues de pasar la primera noche en la casa el diplomático sale a primerísima hora de la mañana para hacer ejercicio en el parque, y como que es verano viste solo un breve slip. Cuando ya lleva un buen rato corriendo y ejercitando los músculos se pone a hacer flexiones “push up”, y cuando ya lleva más de cien se da cuenta que tiene un bobby a su lado, y el policía sin inmutarse le dice: “Sir, I’m afraid the girl is gone”, “Señor, me temo que la chica ya se ha ido”.