Swansea City 1-0 Manchester City
Millones de miradas se desplazaban simultáneamente a caballo entre Old Trafford y el Liberty Stadium. El Swansea, uno de los mejores equipos como local, recibía a un Manchester City en un estado de forma un tanto cuestionado debido a su traspiés en la Europa League ante el Sporting de Portugal.
Mientras Hart detenía un penalty, lanzada por Sinclair, en el minuto 5', el empate en ambos estadios no era sino un espejismo de lo que estaba por acontecer. Un Swansea muy bien organizado con las líneas juntas haciendo que el City no cejara en su empeño de malgastar las pocas oportunidades que poseía.
La pérdida contínua de la pelota de los de Mancini en el centro del campo, fruto de la ineficacia en la elaboración de juego creativo, resultó en un empuje y ganas del Swansea en hacerse con la posesión y poder tener las oportunidades más claras. El pequeño iba a ponérselo al grande. Y es que el equipo galés, está demostrando su intención de mantenerse en esta competida Premier League.
Mientras tanto, Wayne Rooney hacía el primero en Old Trafford. Sería un incrédulo si pensara que en el banquillo del City no estaban pendientes de lo que ocurría en el otro partido. Por lo menos, la apariencia de los de Mancini fue la misma durante los 90 minutos sin dar el menor atisbo de querer remontar un encuentro que no les hacía perder el liderato en esos momentos, pero ponía la Premier al rojo vivo.(exceptuando en algunos momentos puntuales). Mancini, en un acto de heroicidad decidió cambiar a Gareth Barry por el Kun Agüero para darle su aspecto más ofensivo a los citizens. Cambio razonable, tras ver el casi nulo juego centrocampista del City.
En la segunda parte, ni el Kun, ni Super Mario Balotelli, ni Dzeko dieron con la clave para superar a Vorm, que se erige como uno de los mejores guardametas de esta dura competición. El City mostraba su mejor cara, pero aún así, como ya hemos comentado, sin ser ese equipo líder y sólido que acostumbra transmitir al espectador.
Así, mientras Rooney hacía el segundo en Old Trafford, Luke Moore se encargó de voltear la Premier. 28 jornadas después, el jugador formado en el Aston Villa, decidía con su cabezazo que el líder tenía que cambiar, que la Premier es de origen red devil y que el fútbol de talonario no debe ser nunca un ejemplo futbolístico de como ganar una competición. Era el 83', y aún me cuesta creer que el City no supiera lo que estaba pasando en Old Trafford.
A falta de 10 jornadas para el final, la Premier pertenece a Manchester. El azul de las calles, mañana se tornará rojo....pero lo que está claro es que me cuesta creer al equipo de Mancini. El Swansea en cambio, se postula como un claro candidato "matagigantes"a ser uno de los primeros recien ascendidos en certificar la permanencia en las próximas jornadas.
Javier Martínez (@JaviMartinez82)
Swansea 1-0 Manchester City por simaotvgolo12