Un clásico de la literatura universal: Charles Dickens, y su Canción de Navidad

Autor: Charles Dickens
Título: Canción de Navidad
148 paginas
Castalia Ediciones
Edición de 2011
ISBN: 978-84-9740-432-7

   La literatura ha dejado a lo largo de toda su historia muchos autores, muchas obras -de género literario diverso- que han logrado trascender más allá de lo que se pudo prever en su momento y que continúan hoy en día editándose, publicándose y, lo más importante, leyéndose y que merced a la calidad narrativa de lo expuesto, a la historia planteada, al enfoque dado e incluso al conjunto de la obra de un determinado autor hemos llegado a considerar clásicos.

 Clásicos que ocasionalmente tenemos presente y leemos o clásicos que sabemos de su existencia, pero que no hemos podido leer por los motivos que sean (tal vez aquí entraría en juego y cobraría mayor fuerza el dicho de "todo libro tiene su momento").

 Con un clásico de la literatura universal como Charles Dickens se ha dado en mi caso esta segunda posibilidad, pues hasta estos días no había tenido la oportunidad de adentrarme en el universo literario de Dickens. Es, por tanto, mi primera - y debo decir que no será la última- incursión en el mundo de Dickens.

 Bien es verdad que si no hubiese sido por el reto-lectura conjunta que planteó en su día No solo leo planteando una lectura conjunta durante la época navideña, que ya está casi llegando a su fin, de Cuentos de Navidad tal vez hubiese tardado más tiempo en aventurarme a leer a este autor, clásico de entre los clásicos, aunque se hayan producido intentos de para llevar a cabo tal tarea con anterioridad.

  De entre los diferentes cuentos con la temática de Navidad como contexto literario mi elección ha sido: Canción de Navidad, un relato que merece la pena leer, no solo para esta época del año, y releer pues invita a la reflexión al mostrar ciertas condiciones de la conducta humana y muestra asimismo algunas pinceladas de la época histórica en la que le tocó a vivir a Charles Dickens.

  Tenemos a Scrogge (descrito por el autor de la siguiente manera: 

       "¡Un viejo pecador codicioso, agarrado, tacaño, avaro, retorcido, opresor! Duro y afilado como el silex, del que ningún acero había obtenido jamás un fuego generoso, misterioso, autosuficiente y solitario como una costra. El frío de sus entrañas helaba sus facciones, le cortaba la nariz puntiaguda, le secaba las mejillas, le hacía andar agarrotado; le ponía los ojos rojos, los finos labios amoratados..."),
                                       poco amigo de la Navidad y de la amabilidad hacia las personas que recibe al espectro de su antiguo socio, de nombre Marley, fallecido siete años atrás quien le indica que recibirá la visita a horas diferentes de tres fantasmas.

 Los tres fantasmas que se le aparecen a Scrogge y representan cada uno de ellos tres tiempos diferentes (pasado, presente y futuro)  harán que lo que viva este y el fantasma correspondiente le haga reflexionar, cambiar de actitud y darse cuenta que puede perder mucho de lo que tiene o le pueden suceder muchas cosas que no invitan al optimismo si sigue con la dinámica que llevaba a cabo. El carácter huraño de antes cambiará a medida que se da cuenta qué es lo que le están mostrando los tres fantasmas.

  Sin obviar la esencia del cuento creo que el fresco, o mejor apuntar, el paisaje que retrata de las calles, de los habitantes de la ciudad (cómo viven la vida las diferentes clases sociales), entre otros elementos que se pueden observar en este relato pueden ser también objeto de análisis, de reflexión y eso es un aspecto a destacar del universo Dickens, a mi modo de ver.

  Leído este relato creo que no esperaré mucho tiempo más para adentrarme aún más al universo literario de Dickens, y no solo con sus Cuentos de Navidad sino con las otras novelas que escribió en su momento, en el siglo XIX.