Ayax comienza en el momento en que los griegos conceden a Odiseo las armas del vencido Aquiles, y Ayax, que se consideraba como un guerrero poderoso y valiente pero poco apto para la dialéctica, decide tomar venganza contra Odiseo en particular y el resto de los griegos en general. Pero Atenea le transtorna el juicio y Ayax arremete contra los ganados, a los que confunde con soldados griegos, matando a muchas reses.
La tragedia presenta la cualidad heroica de Ayax que, avergonzado por su acción, decide abandonar la vida para así reconquistar su honor. Su tragedia ilumina así la fragilidad de los hombres.
Resulta destacable que esta sea la única obra de Sófocles conservada en la que aparece en escena uno de los grandes dioses del Olimpo, en este caso, Atenea.
Sófocles (496-406 a.C.) poeta trágico ateniense, se sitúa junto con Esquilo y Eurípides entre las figuras más destacadas de la tragedia griega y de toda la literatura universal. De toda su producción literaria sólo se conservan siete tragedias completas que son de importancia capital para el género. Participó activamente en la vida política de Atenas. Fue administrador del tesoro de la Liga de Delos y estratego durante la guerra de Samos bajo la autoridad de Pericles. Perteneció al Consejo de los Diez Próbulos, formado en Atenas tras el fracaso de la Expedición a Sicilia. No se distinguió especialmente por sus dotes como político pero amó su ciudad y rechazó invitaciones de autoridades importantes de otras ciudades con tal de no abandonar Atenas. El teatro de Sófocles recurre a los antiguos mitos de las sagas heroicas, y posee una rica versatilidad que facilita múltiples maneras de aproximación. En buena medida su teatro es un teatro de caracteres. De hecho, el título de todas las tragedias conservadas (salvo "Las Traquinias") se corresponde con el de sus protagonistas que emergen como auténticos colosos y arquetipos humanos.
Y ahora, como decía Sócrates, Ιωμεν: vámonos. Sean felices, por favor, a pesar de todo. Tamaragua, amigos. HArendt
HArendt
[email protected]La verdad es una fruta que conviene cogerse muy madura (Voltaire)