Revista Salud y Bienestar
Un control más estricto del colesterol LDL permitirá frenar el aumento de las enfermedades cardiovasculares
Por Fat
“Es especialmente importante hacer hincapié en la necesidad de controlar el colesterol LDL con objetivos algo más estrictos que los anteriores, tal y como marcan las nuevas guías de la Sociedad Europea de Cardiología. Además, es bueno tener en cuenta otros componentes lipídicos, como triglicéridos y colesterol HDL, para controlar el riesgo de patología cardiovascular”. Así lo ha puesto de manifiesto Dr. Luis Rodríguez Padial, jefe de Servicio de Cardiología del Complejo Hospitalario de Toledo en el VIII Simposio Internacional: “Toma de decisiones clínicas en cardiología: papel de las técnicas diagnósticas”,celebrado recientemente, con la colaboración entre otros de AstraZeneca, en el Hospital Clínico San Carlos.
A este simposio de carácter internacional, que lleva realizándose durante 16 años con una frecuencia bienal, han asistido más de 500 profesionales de todo el mundo, entre los que destacan cardiólogos de la Clínica Mayo, Aurora Medical Center o la Universidad de Harvard, con el objetivo de realizar un intercambio científico de los últimos avances en las enfermedades cardiovasculares.
Entre las enfermedades cardiovasculares más importantes en las que se han centrado los especialistas a lo largo del simposio, se encuentra la cardiopatía isquémica, caracterizada por la acumulación de lípidos y células inflamatorias (linfocitos) en las arterias coronarias provocando arterioesclerosis coronaria. Pese a que sus factores de riesgos, como el colesterol o la obesidad, son prevenibles, los expertos han hecho hincapié en que a día de hoy es la enfermedad más frecuente entre la población general. Por esta razón, en el encuentro se han querido destacar también las técnicas más modernas de diagnóstico precoz con el objetivo de frenar el aumento de su prevalencia.
Aunque el prototipo de paciente de alto riesgo cardiovascular sigue siendo un varón obeso al que se le asocian muchos factores como la hipertensión, la diabetes o la dislipemia, “no tenemos que olvidar que la enfermedad coronaria en la mujer es también importante puesto que, aunque aparece en edades más tardías gracias a la protección que realiza la hormona femenina, cuando se manifiesta es de peor pronóstico que en el varón”, puntualiza el Prof. J. Zamorano, director del Instituto Cardiovascular del Instituto Clínico San Carlos y coordinador del simposio.
A la hora de analizar los tratamientos actuales, el Dr. Rodríguez entiende que “las estatinas siguen siendo los fármacos de elección para el manejo del colesterol LDL en los enfermos cardiovasculares, y con frecuencia se asocian a otros fármacos, como ezetimiba o fibratos, para conseguir los objetivos de control actuales”. Por su parte, el Dr. Zamorano, reconoce que en la cardiopatía isquémica “lo importante es ver al enfermo en su conjunto, con todos los aspectos que pueden estar afectándolo, para analizar el riesgo cardiovascular global. Es decir, lo que debemos conseguir es el objetivo de tratar a un paciente en su totalidad, en lugar de a una enfermedad”.
Uno de los factores de riesgo más importantes para el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, según han coincidido los expertos, continúa siendo la hiperlipemia, por eso, el principal reto es conseguir que el control lipídico se maneje aplicando las guías de práctica clínica y las estrategias actualmente consensuadas centradas en la dieta, el ejercicio y medicación como principales armas terapéuticas. “En paralelo, también son necesarios los fármacos dirigidos a aumentar el colesterol HDL con eficacia y seguridad”, concreta el Dr. Rodríguez.
Con la esperanza puesta en el futuro, el objetivo es redoblar los esfuerzos para frenar la epidemia de sobrepeso y obesidad que incrementan de forma significativa los problemas cardiovasculares, ya que se acompaña de alteraciones lipídicas y de elevaciones de la glucemia. “Es necesario continuar insistiendo a la población sobre la importancia de mantener un peso adecuado mediante una dieta saludable y la práctica de ejercicio físico, que en ocasiones habrá que acompañar de tratamiento farmacológico, para prevenir las enfermedades cardiovasculares”, puntualiza el Dr. Rodríguez.
A este simposio de carácter internacional, que lleva realizándose durante 16 años con una frecuencia bienal, han asistido más de 500 profesionales de todo el mundo, entre los que destacan cardiólogos de la Clínica Mayo, Aurora Medical Center o la Universidad de Harvard, con el objetivo de realizar un intercambio científico de los últimos avances en las enfermedades cardiovasculares.
Entre las enfermedades cardiovasculares más importantes en las que se han centrado los especialistas a lo largo del simposio, se encuentra la cardiopatía isquémica, caracterizada por la acumulación de lípidos y células inflamatorias (linfocitos) en las arterias coronarias provocando arterioesclerosis coronaria. Pese a que sus factores de riesgos, como el colesterol o la obesidad, son prevenibles, los expertos han hecho hincapié en que a día de hoy es la enfermedad más frecuente entre la población general. Por esta razón, en el encuentro se han querido destacar también las técnicas más modernas de diagnóstico precoz con el objetivo de frenar el aumento de su prevalencia.
Aunque el prototipo de paciente de alto riesgo cardiovascular sigue siendo un varón obeso al que se le asocian muchos factores como la hipertensión, la diabetes o la dislipemia, “no tenemos que olvidar que la enfermedad coronaria en la mujer es también importante puesto que, aunque aparece en edades más tardías gracias a la protección que realiza la hormona femenina, cuando se manifiesta es de peor pronóstico que en el varón”, puntualiza el Prof. J. Zamorano, director del Instituto Cardiovascular del Instituto Clínico San Carlos y coordinador del simposio.
A la hora de analizar los tratamientos actuales, el Dr. Rodríguez entiende que “las estatinas siguen siendo los fármacos de elección para el manejo del colesterol LDL en los enfermos cardiovasculares, y con frecuencia se asocian a otros fármacos, como ezetimiba o fibratos, para conseguir los objetivos de control actuales”. Por su parte, el Dr. Zamorano, reconoce que en la cardiopatía isquémica “lo importante es ver al enfermo en su conjunto, con todos los aspectos que pueden estar afectándolo, para analizar el riesgo cardiovascular global. Es decir, lo que debemos conseguir es el objetivo de tratar a un paciente en su totalidad, en lugar de a una enfermedad”.
Uno de los factores de riesgo más importantes para el desarrollo de enfermedades cardiovasculares, según han coincidido los expertos, continúa siendo la hiperlipemia, por eso, el principal reto es conseguir que el control lipídico se maneje aplicando las guías de práctica clínica y las estrategias actualmente consensuadas centradas en la dieta, el ejercicio y medicación como principales armas terapéuticas. “En paralelo, también son necesarios los fármacos dirigidos a aumentar el colesterol HDL con eficacia y seguridad”, concreta el Dr. Rodríguez.
Con la esperanza puesta en el futuro, el objetivo es redoblar los esfuerzos para frenar la epidemia de sobrepeso y obesidad que incrementan de forma significativa los problemas cardiovasculares, ya que se acompaña de alteraciones lipídicas y de elevaciones de la glucemia. “Es necesario continuar insistiendo a la población sobre la importancia de mantener un peso adecuado mediante una dieta saludable y la práctica de ejercicio físico, que en ocasiones habrá que acompañar de tratamiento farmacológico, para prevenir las enfermedades cardiovasculares”, puntualiza el Dr. Rodríguez.
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