Publicado en ValenciaOberta.es
Voy a tomar el título de la encuesta que publica este digital, consecuencia, como es lógico, de los últimos y terribles hechos de las últimas horas. Por cierto, nada aislados. Lo tomo porque me parece interesante y oportuno poner de manifiesto algo que debe formar parte de ese cordón sanitario que la mencionada encuesta pregunta.
La cultura occidental, nuestro modo de vida, se sustenta en varios pilares, entre ellos el respeto a la diversidad y la igualdad ante la ley. Es fundamental por tanto defender la diversidad de opiniones, de credos y de pensamientos. Sólo respondiendo ante la ley y sometidos a ella es como los occidentales hemos entendido la igualdad hasta hace no demasiado. En base a estos principios y no muchos más, se han desarrollado las constituciones que han traído mayor y mejor progreso a los ciudadanos de los países más prósperos.
En otros países sin embargo, los preceptos del Corán se aplican al orden legal, resultado en la sharia y dejando que la religión lo inunde todo. La única prosperidad que en estos lugares existe la traen los petrodólares y su reparto es más bien escaso, con extrañas excepciones, dando lugar a regímenes opulentos entre miseria y atraso.
Este es un punto fundamental en el entendimiento de toda esta triste sucesión de atentados. Entender que el Islam – que significa sumisión – es un sistema político más allá de las creencias en un dios cualquiera y unas costumbres y tradiciones determinadas. No se trata de etnias o pueblos. Hay musulmanes de muchas razas y provenientes de distintos lugares. Se trata de la imposición de un sistema estatal fascista, de carácter religioso y místico, que lleva de la mano la pobreza y la miseria allí donde se impone. Y es contra esto contra lo que hay que luchar. Esta es la cuestión mollar.De la misma manera que hay que oponerse a los sistemas comunistas por sus consecuencias hay que hacerlo contra aquellos que quieren imponer el Islam. A mí que alguien ayune un mes mientras alumbre el sol o que rece en determinada dirección me parece estupendo. No entraré ni saldré. Cuando quiera crear un Estado a partir de ello me tendrá siempre enfrente. Esta es la raya. Este es el cordón. La diversidad y la libertad para expresarla han sido positivas a lo largo de la historia. No hablo de mezclarlas más allá de compartir vecindario ocasionalmente. En la Libertad, se cimienta en gran parte el progreso occidental y no podemos renunciar a ella. La Yihad nos quiere también a todos iguales. Sin buen rollito.
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