Un cuento corrupto de Navidad o El cántico a la Revolución (en Francia el título original: Décapité par la guillotine) es una novela corta escrita por Madame Guillotine. En ella se habla de cómo un torpe y apaleado pueblo puede cambiar su actitud durante la Navidad.
El protagonista es el Señor Pueblo Español, una gente algo atrasada y torpe que ha sido apaleada y mal educada durante siglos por sus gobernantes, generalmente extranjeros: Borbones y otras gentes de buen vivir. El pueblo español celebra cada año la fiesta de Navidad tiranto cada año la casa por la ventana. No le importan mucho los demás, ni siquiera aquellas personas más pobres recien llegadas al país en busca de una vida mejor. Lo único que le importa al Señor Pueblo Español es la arquitectura: puentes de fines de semana, casas en el campo o playa, y puentes y más puentes. Cuando van a pedirle dinero para los pobres, el pueblo dice “Aquí no cabemos todos” “no puede pasar todo el mundo” “…que no sean tan vagos” y otras lindezas
Una noche, en víspera de Navidad, el señor Pueblo recibe la visita de un fantasma que resulta ser el de sus antepasados, el Pueblo repúblicano que murió hace más de setenta antes del inicio de la historia. El espectro le cuenta que, por haber sido tonto y cobarde, toda su torpeza se ha convertido en una larga y pesada cadena que debe arrastrar por toda la eternidad. Le anuncia al Señor Pueblo Español que ya ha superado el conjunto de sus maldades, por lo tanto, cuando muera tendrá que llevar una cadena mucho más larga y pesada. Entonces le anuncia la visita de tres espíritus de la Navidad, que le darán la última oportunidad de salvarse. El Serñor Pueblo Español no se asusta y desafía la predicción y finalmente marcha a dormirse en los laureles.
Esa noche, El Serñor Pueblo Español se despierta y encuentra al Fantasma de la Libertad Pasada, que irradia luz y que parece un niño, le dice que lo acompañe, primero lo muestra como un niño en la Institución libre de enseñanza, leyendo durante el verano en infancia apacible y libre, luego, le muestra a su hermana Dona, que va a buscarlo para llevarlo a casa, se mezclan escenas de esperanza con dosis de felicidad. Fantasma de la Libertad Pasada, le recuerda que su hermana, Dona, murió al intentar abortar de forma clandestina pues Federica Montseny todavía no había legalizado el aborto. Luego le muestra su aprendizaje, a su maestros, hijos de la generación del 98, aquellos que distinguieron entre una España real miserable y otra España oficial falsa y aparente. Luego le muestra una escena triste, en la que los hijos de la inquisición llevan bajo palio al martillo de herejes que sin meterse en política dejará en la cuneta a media España .
Finalmente, llega el Fantasma de la Peste o Corrupción del Presente que le hace ver al torpe y cobarde Señor Pueblo Español, la actual situación de millones de familias, que a pesar de su pobreza, siguen comprando loteria anunciada por los espectros del franquismo, Raphael el tambolilero y Morsa Caballé. También le habla de la enfermedad de su hija Timada, que está embarazosa. El Serñor Pueblo Espñaol le pregunta al fantasma si Tim ada sobrevivirá, el Fantasma le dice que morirá, y dice que no importa, “pues debía haberselo pensado mejor antes de abrirse de piernas“, avergonzando al Señor Pueblo Español por su machismo. Luego el Espíritu le muestra cómo todas las personas celebran la Navidad de forma cobarde y asesina; blandiendo cuchillas sobre las verjas de sus fronteras e internando en campos de concentración a quienes osaron entrar en territorio nacional.
Al final, El Fantasma lo lleva al reloj de las corruptelas donde el Señor Pueblo Español, descubre una garra que sale de su túnica, el Fantasma se la abre y revela a un niño y a una niña que son la Corrupcción y la Ignorancia, cuando el Señor Pueblo Español les pregunta como están tan bien alimentados, el niño canta un villancico tal que así:
Con diez chorizos por barba,
vivir del papo, a toda vela,
ya no cuela, sino vuela
un populacho algo ruin.
Vejez pirata que llaman,
en su bravura, el Temido,
en todo paro conocido
del uno al otro confín.
Mientras que la niña acompañada de la Pinta, el cuerpo nacional de Policia y la Saez de Santa Maria le espeta con voz en diferido:
Veinte presas
hemos hecho
al salir
de Lavapiés,
y se han rendido
las muy pendones
con sus abortos
a mis pies.
el Fantasma de la Peste o Corrupción del Presente envejece y muere en una cuneta, igual que la Segunda República Española.
El Fantasma del futuro, mudo y de carácter sombrío, le muestra lo más desgarrador: el destino de los torpes y cobardes como él. Su casa saqueada por los poderes, el recuerdo sombrío de sus amigos de la Bolsa, y lo más espantoso: su propio ataud que es utilizado como Patera por decenas de seres humanos. Horrorizado, el Señor Pueblo Español se asusta y finalmente intenta convencer al espíritu de que está dispuesto a cambiar si le invierte el destino. Al final, el Señor Pueblo Español despierta de su pesadilla y se convierte en un hombre generoso y amable, un socialdemocrata de toda la vida que roba bien y mira, de tanto en tanto, a quién.
El cambio lo vive el propio Señor Pueblo Español en sus propias carnes, cuando finalmente, como cada año, celebra la Navidad mientras se zampa un pavo por todo el papo y se emborracha por todo lo alto; para luego ir a la misa del gallo. Sale a la calle alborotado y saludando, brazo en alto, a la gente con un Feliz Navidad… y más tarde, borracho, entra en una casa desahucida, de una mujer abofeteada por la Guardía Civil; a la que el propina dos tortazos y viola con el garrote vil, pues ya no hay más aborto que valga y aquí parece que juego al Resident Evil.