«Un precioso cuento que recupera
el corazón tradicional de la Navidad»
“Escribí Un cuento de Navidad para Le Barroux para hablar de la fiesta de la Natividad, de su belleza sacramental, del profundo misterio que entraña y de la alegría que despierta, pero también de la perseverancia en la fe y sus dificultades, de lo que ocurre cuando la luz se apaga y parece que Dios se esconde, se queda callado, como una puerta cerrada.” [NSF]
Natalia Sanmartin Fenollera ha dedicado este cuento a la abadía benedictina de Notre-Dame de l’Annonciation du Barroux, en Francia, donde una Navidad su abadesa le pidió que escribiese un relato para leer en la fiesta de la Natividad. Con imágenes poéticas y bíblicas, pero a través de la sencilla voz de un niño, Un cuento de Navidad para Le Barroux habla de la belleza tradicional de la fe cristiana, del misterioso modo de hablar de Dios, de la devoción a la Virgen María y del corazón sacramental de la Navidad. Acompañado por las ricas ilustraciones de Michaela Harrison, en sus páginas se entrelazan el Génesis y el Libro de los Jueces, pero también las leyendas artúricas y los cuentos populares eslavos, que llevan al lector suavemente hasta el milagro escondido de la Navidad.
«Mi madre creía en las hadas y en los dragones, decía que creía en todos esos seres legendarios que la memoria de los hombres no recuerda ya. No es que estuviese segura del todo. No creía en las hadas del mismo modo en que creía en Dios, en la Virgen o en los santos. Solo decía que podían haber existido cuando el mundo apenas estaba en pañales y los hombres aún no se habían acostumbrado a los regalos fabulosos de Dios».
Un cuento de Navidad para Le Barroux narra la historia de un niño que pierde a su madre y comienza a preguntar incansablemente a Dios si lo que ella le enseñó sobre Belén, el Cielo y la Eternidad es verdad. Día tras día, durante tres largos años, pide una señal. Hasta que llega la tercera Navidad.
«Yo solo quería una señal, cualquier señal, para estar seguro de que lo que mamá decía sobre Dios, la cueva y el Cielo era verdad».
El protagonista del cuento cree que ha perdido la fe, está convencido de que ha dejado de creer en todas las cosas que aprendió cuando era muy pequeño, pero en realidad tiene una fe heroica, una fe solitaria y escondida, firme como una roca. El día que pierde a su madre comienza a pedir una señal a Dios, quiere saber si el Cielo existe y si lo que ella le enseñó sobre la Navidad es verdad. Pide una respuesta durante tres largos años, en absoluta soledad, sin contárselo a nadie, guardando todo en su corazón y confiando ese peso únicamente a la Virgen María. Tiene una fe preciosa. Él no lo sabe, pero Dios sí.
El cuento intenta expresar, aunque se trate de un imposible, el modo en que a veces habla Dios, ese lenguaje misterioso que enseña la Escritura, que fluye a través de no-casualidades, suavemente, casi como la brisa. El niño del cuento pide tenazmente esa señal y, tras años de espera, las señales comienzan a aparecer a su alrededor, pero no consigue verlas. Y no las ve porque están muy cerca de él, entretejidas en su propia vida, como las piezas de un rompecabezas pensado por Dios.
«Cuando llegué junto a la Virgen, yo también me arrodillé sobre la hierba helada. «¿Por qué Dios no me da una señal como a Gedeón? —le dije en voz baja—. ¿Por qué no le dices tú que lo haga?».
La Virgen María ocupa un lugar central en la historia. Lo ocupa materialmente, porque en el jardín de la casa del niño hay una imagen suya, tan cobijada por las ramas que parece estar en la gruta de Belén, y lo ocupa sobrenaturalmente, porque es a ella a quien el pequeño acude para interrogar a Dios y es a través de ella cómo Dios responde a esa búsqueda.
“Otra de las cosas que he querido hacer con el cuento es hablar de la profundidad y la belleza de una Navidad cristiana, vivida religiosa y sacramentalmente, en un hogar cristiano. Y de la presencia insustituible de una madre en la vida de un niño, su papel fundamental en la transmisión de la fe y el enorme vacío que deja su ausencia”. [NSF]
Lee y disfruta de las primeras páginas del cuento.
La autora:
Natalia Sanmartin Fenollera nació en 1970. Es periodista y ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional en el ámbito de la información económica. Licenciada en Derecho por la ULC, es Máster en Periodismo por la Escuela de Periodismo de El País y la UAM y cuenta con un PIDD por la Escuela de Negocios ESIC. Ha estado al frente de las secciones de “Cinco Sentidos” y de “Vida Profesional” en el diario económico Cinco Días, donde actualmente es jefa de “Opinión”.
Es autora de la aclamada novela El despertar de la señorita Prim (Planeta, 2013), traducida a once idiomas y publicada en Italia (Mondadori), Alemania (Thiele Verlag), Francia (Grasset), EE. UU y Canadá (Atria Books), Reino Unido y Commonwealth (Abacus), Polonia (Amber), República Checa (Host), Lituania (Vsi, Tikroji Moneta), Eslovenia (Druzina), Croacia (Verbum), Portugal (Porto Editora), Brasil (Quadrante de Sociedade de Publicaçoes Culturais) y Turquía (Epsilon).
El libro:
Un cuento de Navidad para Le Barroux ha sido publicado por Editorial Planeta fuera de Colección. Ilustraciones de Michaela Harrison. Encuadernado en tapa dura, tiene 72 páginas.
Cómpralo a través de este enlace con Casa del Libro.
Para saber más:
Entrevista a Natalia Sanmartín Fenollera en ‘Religión en libertad’
«Hablaba con la luz apagada y la voz baja; hablaba
como si estuviese construyendo un árbol enorme
con muchas ramas y hojas, con flores y frutos de todos
los tamaños y colores. Era un árbol que crecía y crecía
y nosotros nunca sabíamos cuándo o dónde se detendría».
(Un cuento de Navidad para Le Barroux)