Un cuento musical: la historia de Buen Borrico Vive Ahí y el que sepa entender que entienda...
Había una vez en un país cada vez más dividido por fronteras inexistentes, allá por donde Falla, Granados, Turina y Albeniz salpicaron sus aires con notas musicales geniales, donde sus habitantes sufrían penosas distinciones y discriminaciones según el lado de la rayita imaginaria donde pisaran... Pues en ese país había un MALHECHOR MALO MALISIMO, que siempre estaba sentado y asentado en un BANCO que se creía por encima del bien y del mal por tener patas fuertes, pero olvidaba que el pueblo era quien le dio esas patas y el pueblo era de leñadores... ya había causado mucho daño en forma de sangrantes diezmos a los sufridos habitantes de la región, que apenas podían ya cantar ni tocar sus instrumentos, pues ya no tenían posibles para adquirir y reparar los mismos. Que si concurso de músicos callejeros por aquí para poder subsistir tocando en las calles grises y frías, que si recorte de salario al que enseñaba a tañer música y otras fechorías idearin los MALOS Y SUS SECUACES hasta que un HEROE BUENO BUENISIMO decidió poner coto a esta situación indigna e injusta, que afectaba a los valores más profundos del grupo, que le apoyaba con sus jaleos y mostraba su gusto por sus palabras que daban bálsamo y paz a todos los que querían ejercer el noble y arcaico oficio de los dioses y las musas, musique, la música!! Y primero hizo saber lo irracional, surrealista y pérfido de las intenciones del MALO MALISIMO, que no eran otras que quedarse con las tres cuartas partes de la recaudación, del salario ganado con sudor y dolores de dicho HEROE MUSICO, pidió empatía, pidió comunicación con todo el que pudiera escucharle dentro de la corte de los MALOS y siempre le respondían con evasivas: que si esto es un papelito cual, que si reclame usted aquí y luego allí y luego allá y luego acullá y luego mas allá... , que si deme manera de contactar y luego no le contacto y otras mil estratagemas diversas para apropiarse de la mayor parte de su digno trabajo por la vía de dificultar hasta la extenuación al héroe en su empresa loable y constructiva, pues dependía el pan de la hija del HEROE. Finalmente decidió actuar pidiendo la unión de sus amigos músicos para que no fueran más a posarse a ese banco demoníaco... EL MALOTE SENTADO EN EL BANCO tenía papeles mil para ampararse en su fechoría, pero no contó con la fuerza de la suma de todos los habitantes de la región, que cada día tenia más claro que ese luciferino con pintas de santo, del cual sólo tenía eso, las maneras, pero no el espíritu, sólo pretendía ahogar a los pobres y exprimidos que iban allí a pedir un poco de sombra entre tanta insolación laboral. Supongo que muchos sabréis quién es el héroe... Sólo deciros que podéis ser todos vosotros, e indirectamente ya lo sois, pues las víctimas de la injusticia siempre son Personas Heroicas que merecen escucha, atención y que les resarzan de tanto robo. Y contaros quién es el MALIGNO: Buen Borrico Vive Ahí...